¿que es transgresión de pecados?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
l pecado y la Ley. El apóstol Juan escribe que “todo el que practica pecado también está practicando desafuero, de modo que el pecado es desafuero” (1Jn 3:4); también dice que “toda injusticia es pecado”. (1Jn 5:17.) El apóstol Pablo, por otro lado, habla de “todos los que hayan pecado sin ley”. Más adelante explica que “hasta la Ley [dada por medio de Moisés] había pecado en el mundo, pero a nadie se imputa pecado cuando no hay ley. No obstante, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado a la semejanza de la transgresión de Adán”. (Ro 2:12; 5:13, 14.) Las palabras de Pablo se deben entender según el contexto; sus primeras declaraciones en esta carta a los Romanos muestran que comparaba a los que estaban bajo el pacto de la Ley con aquellos que no lo estaban y que por tanto no estaban bajo su código de leyes, y demostraba que ambos grupos de personas eran pecadores. (Ro 3:9.)Hacen por naturaleza las cosas de la ley.” Esto no significó que los hombres que vivieron durante el período entre Adán y Moisés estaban libres de pecado debido a que no había ningún código extenso de leyes con el que medir su conducta. Pablo escribe en Romanos 2:14, 15: “Porque siempre que los de las naciones que no tienen ley hacen por naturaleza las cosas de la ley, estos, aunque no tienen ley, son una ley para sí mismos. Son los mismísimos que demuestran que la sustancia de la ley está escrita en sus corazones, mientras su conciencia da testimonio con ellos y, entre sus propios pensamientos, están siendo acusados o hasta excusados”. Como originalmente al hombre se le hizo a la imagen y semejanza de Dios, tiene una naturaleza moral que resulta en la facultad de la conciencia. Como Pablo indica, hasta los hombres pecadores, imperfectos, tienen un grado de conciencia. ( CONCIENCIA.) Puesto que una ley es básicamente una ‘regla de conducta’, esta naturaleza moral actúa en sus corazones como si se tratara de una ley. Sin embargo, por encima de dicha ley de naturaleza moral, hay otra ley heredada, la “ley del pecado”, que guerrea contra las tendencias justas y esclaviza a los que no oponen resistencia a su dominación. (Ro 6:12; 7:22, 23.)
El conocimiento conlleva mayor responsabilidad. El pecado de Pilato no fue tan grande como el de los líderes religiosos judíos que entregaron a Jesús al gobernador, ni como el de Judas, que traicionó a su Señor. (Jn 19:11; 17:12.) Jesús dijo a los fariseos de su día que si fuesen ciegos, no tendrían pecado, con lo que probablemente quería decir que Dios podría perdonar sus pecados debido a su ignorancia; sin embargo, como negaron hallarse en ignorancia, ‘su pecado permaneció’. (Jn 9:39-41.) Jesús dijo que no tenían “excusa de su pecado”, porque habían sido testigos de sus palabras y obras poderosas que había realizado por la acción del espíritu de Dios. (Jn 15:22-24; Lu 4:18.) Los que blasfemaron voluntariosamente y a sabiendas contra el espíritu de Dios así manifestado, fuera de palabra o por su proceder, serían culpables “de pecado eterno” y no tendrían ninguna posibilidad de perdón. (Mt 12:31, 32; Mr 3:28-30; compárense con Jn 15:26; 16:7, 8.) Este podría ser el caso de algunos que se hicieron cristianos y luego se apartaron deliberadamente de la adoración pura de Dios. Hebreos 10:26, 27 dice que “si voluntariosamente practicamos el pecado después de haber recibido el conocimiento exacto de la verdad, no queda ya sacrificio alguno por los pecados, sino que hay cierta horrenda expectación de juicio y hay un celo ardiente que va a consumir a los que están en oposición”.
Cuando en 1 Juan 5:16, 17 Juan habla de un “pecado que sí incurre en muerte”, a diferencia del que no, se refiere al pecado voluntario, consciente. (Compárese con Nú 15:30.) Si hay prueba de que alguien ha pecado de manera voluntaria y consciente, el cristiano no debería orar por esa persona. Naturalmente, Dios es el juez final de la actitud de corazón del pecador. (Compárese con Jer 7:16; Mt 5:44; Hch 7:60.)