Castellano, pregunta formulada por castelogriselda0, hace 16 horas

que es para ti una poesiá? que poemas Has leído? cuales te han gustado más y por qué? que tipo de sentimientos han despertado en ti? que valores he encontrados y han llamado tu antención? que entiendo por moviento literario y cuales conozco?​

Respuestas a la pregunta

Contestado por Nhea16
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Respuesta:

que es para ti una poesía?

para mi la poesia es un genero literario que genera emociones, sentimientos y reflexion

que poemas has leído?

yo lei la morsa y el carpintero, el salmón, el grillo y la luna,el conejo con gafas y una triste mariposa

cual te ha gustado más y por qué?

el que me gusto mas es "la morsa y el carpintero"

que tipo de sentimientos han despertado en ti?

tristeza por las ostras bebe que fueron devoradas por la morsa

que valores he encontrados y han llamado tu intención?

no encontré demasiados valores, se puede decir que encontré antivalores, ya que la morsa engaño con palabras bonitas a las ostras y al carpintero diciéndole que traiga pan para devorarse las ostras el solo, encontraría el antivalor de la deshonestidad, también el antivalor de la desobediencia ya que las ostras bebe no hicieron caso a su madre que les advertía que no vayan, me llamaron la atención esos dos antivalores y pienso que debemos reflexionar sobre la situación.

que entiendo por movimiento literario y cuales conozco?​

entiendo que el movimiento literario son las distintas tendencias históricas y estéticas que conforman la historia de la literatura, yo conozco el Surrealismo, el Modernismo y el realismo mágico.

Explicación:

POEMA DE LA MORSA Y EL CARPINTERO

La morsa y el carpintero  

se paseaban cogidos de la mano:  

lloraban, inconsolables, de la pena  

de ver tanta y tanta arena.  

¡Si sólo la aclararan un poco,  

qué maravillosa sería la playa!  

–Si siete fregonas con siete escobas  

la barrieran durante medio año,  

¿te parece –indagó la morsa atenta–  

que lo dejarían todo bien lustrado?  

–Lo dudo– confesó el carpintero  

y lloró una amarga lágrima.  

¡Oh ostras! ¡Venid a pasear con nosotros!  

requirió tan amable, la morsa.  

–Un agradable paseo, una pausada charla  

por esta playa salitrosa:  

mas no vengáis más de cuatro  

que más de la mano no podríamos.  

Una venerable ostra le echó una mirada  

pero no dijo ni una palabra.  

Aquella ostra principal le guiñó un ojo  

y sacudió su pesada cabeza...  

Es gue quería decir que prefería  

no dejar tan pronto su ostracismo.  

Pero otras cuatro ostrillas infantes  

se adelantaron ansiosas de regalarse:  

limpios los jubones y las caras bien lavadas  

los zapatos pulidos y brillantes;  

y esto era bien extraño  

pues ya sabéis que no tenían pies.  

Cuatro ostras más las siguieron  

y aún otras cuatro más;  

por fin vinieron todas a una  

más y mar y más... brincando  

por entre la espuma de la rompiente  

se apresuraban a ganar la playa.  

La morsa y el carpintero  

caminaron una milla, más o menos,  

y luego reposaron sobre una roca  

de conveniente altura;  

mientras, las otras las aguardaban  

formando, expectantes, en fila.  

–Ha llegado la hora –dijo la morsa–  

de que hablemos de muchas cosas:  

de barcos... lacres... y zapatos;  

de reyes... y repollos...  

y de por qué hierve el mar tan caliente  

y de si vuelan procaces los cerdos.  

–Pero ¡esperad un poco!– gritaron las ostras  

y antes de charla tan sabrosa  

dejadnos recobrar un poco el aliento  

¡que estamos todas muy gorditas!  

–¡No hay prisa!– concedió el carpintero  

y mucho le agradecieron el respiro.  

–Una hogaza de pan –dijo la morsa–,  

es lo que principalmente necesitamos:  

pimienta y vinagre, además,  

tampoco nos vendrán del todo mal...  

y ahora, ¡preparaos, ostras queridas!,  

que vamos ya a alimentarnos.  

–Pero, ¡no con nosotras!– gritaron las ostras  

poniéndose un poco moradas;  

–¡que después de tanta amabilidad  

eso sería cosa bien ruin!  

–La noche es bella –admiró la morsa–  

¿no te impresiona el paisaje?  

–¡Qué amables habéis sido en venir!  

iY qué ricas que sois todas!  

Poco decía el carpintero, salvo  

–¡Córtame otra rebanada de pan!,  

Y ojala no estuvieses tan sordo  

que, ¡ya lo he tenido que decir dos veces!  

–¡Qué pena me da –exclamó la morsa–  

haberles jugado esta faena!  

¡Las hemos traído tan lejos  

y trotaron tanto las pobres!  

Mas el carpintero no decía nada, salvo  

–¡Demasiada manteca has untado!  

–¡Lloro por vosotras!– gemía la morsa.  

–¡Cuánta pena me dais!– seguía lamentando  

y entre lágrimas y sollozos escogía  

las de tamaño más apetecible;  

restañaba con generoso pañuelo  

esa riada de sentidos lagrimones.  

–¡Oh, ostras!– dijo al fin el carpintero.  

–¡Qué buen paseo os hemos dado!,  

¿os parece ahora que volvamos a casita?–  

Pero nadie le respondía...  

y esto sí que no tenía nada de extraño,

pues se las habían zampado todas.

Espero te sirva <3

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