¿Qué es lo que motivó al faraón a decretar semejante orden según el midrash?
Respuestas a la pregunta
Sensibilidad al Sufrimiento
El libro de Éxodo sigue al de Génesis, que fue la siembra de la semilla del pueblo judío. En el libro de Éxodo, ellos crecen y se transforman en una nación esclava. La esclavitud egipcia tuvo tres etapas
El Faraón no pudo encontrar otra excusa para culpar a los nobles hebreos excepto que ellos “eran muchos”. Él le pidió a sus consejeros una solución final para el problema de los judíos, y el malvado Bilaam sugirió ser más inteligente que el Creador. “Dios juró que Él nunca traería otro diluvio al mundo, ¿cierto? Entonces, ahoguemos a los judíos en el Nilo y no habrá retribución posible de medida por medida”.
El plan del Faraón era convencer con palabras bonitas a los judíos para que trabajaran por el bien del país. El mismo Faraón se vistió con bata de trabajo y fue a trabajar construyendo las pirámides. Todos los judíos patriotas fueron con él. “Hagan un esfuerzo máximo por un día. Van a recibir su paga por cada ladrillo”, dijeron los egipcios. Ellos diligentemente contaron cada ladrillo que cada judío hizo y al día siguiente, decretaron que cada judío tenía que hacer esa cantidad de ladrillos todos los días. Sólo la tribu de Levi, los “estudiantes de Ieshivá” de esa generación, no fueron. “Tenemos que estudiar Torá”, dijeron, y estuvieron libres de la esclavitud. (Midrash)
No es fácil decretar un genocidio. Incluso el malvado Hitler tuvo que construir primero la filosofía de la raza superior. El Faraón trató con otros métodos. Las matronas tenían que matar a los bebés, pero dos valientes mujeres, Shifra y Pua (Yojeved y Miriam, de acuerdo a la tradición) desafiaron al Faraón y salvaron a los bebés. Como recompensa, ellas construyeron las casa de los Cohanim-Levitas y el reinado.
Finalmente, el Faraón utilizó métodos más directos. “Tiren a todos los bebés hombres – incluso los bebés egipcios (en ese día) – al río”.
El Talmud dice: “Por el mérito de las mujeres justas, salimos de Egipto”. Las mujeres motivaron a sus maridos, que estaban destruidos, física y emocionalmente, a continuar teniendo hijos. Cuando Amram se volvió a casar con Yojeved, así lo hicieron todos los otros hombres. Cuando Yojeved dio a luz a su tercer hijo, la casa se llenó de luz y nació circuncidado. Ellos lo escondieron por tres meses porque había nacido prematuro. Cuando los egipcios vinieron a buscar al bebé, lo pusieron en una pequeña canasta en los juncos. Su hermana lo cuidaba.
Al ver al bebé llorar, Batya sintió su pureza y sintió la Presencia Divina. Moshé se negó a ser amamantado por una mujer egipcia, por lo que su hermana ofreció conseguir una nodriza judía – y resultó la mayor ironía, ¡Yojeved recibió un pago de parte del Faraón por amamantar a su propio bebé judío!
Respuesta: Moshé no podía tolerar la injusticia incluso en él mismo (Rabino Shlomo Wolbe). Él sentía que su hermano Aarón se iba a sentir menospreciado si él tomaba su trabajo y por eso se negó. Dios respondió: “Aarón se va a encontrar contigo y va a estar contento en su corazón. Él será el Cohen y tú serás el Levi”.
En el camino de regreso a Egipto, un ángel quiso matar a Moshé por haber retrasado la circuncisión de su hijo. Tzipora salva la vida de Moshé al circuncidar a su hijo. (¡Los judíos siempre son salvados por una mujer!)
Moshé y Aarón van donde el pueblo y les dicen la contraseña transmitida por Yaakov y Yosef. (“¡Dios ciertamente los redimirá!”) y el pueblo les creyó.
Moshé y Aarón van donde el Faraón. (Los ancianos judíos que los acompañaban, se atemorizaron y se fueron uno a uno.) Las puertas de Egipto están resguardadas por animales salvajes bajo el efecto de mágicos hechizos. Pero ellos acompañan a Moshé y Aarón como gatos domesticados, llevándolos dentro del palacio.
“¡He sido enviado por el Dios de los hebreos! Exijo un viaje de tres días al desierto para brindar ofrendas a Dios”.
El Faraón responde: “¿el Dios de los hebreos? ¿Acaso me ha mandado alguna vez un regalo de cumpleaños? No puedo encontrarlo en mis libros de dioses”.
“Su libro contiene dioses muertos; el nuestro está vivo”.
“Vamos Moshé. Todos nosotros sabemos que la religión es el opio de las masas. No hay un Dios. Si les doy a los judíos unas vacaciones de 3 días, ¿qué van a decir los egipcios? ¡Eso mataría nuestra economía!”.
El Faraón decreta: “¡No más descanso!”. Los judíos ahora tenían que trabajar 24 horas al día, siete días a la semana. (Moshé había sugerido una semana de 6 días de trabajo, para que los esclavos judíos “pudieran ser más productivos” – es decir, para que pudieran descansar con sus familias en Shabat). Ahora, debían trabajar en Shabat.
Dios así lo hizo, para que el pueblo supiera que Moshé y Aarón no tenían poderes propios (Rabino Hirsch).
¡Ahora que confiaban en Dios, podía venir Su poder para iluminar el momento!