Que es la poesía del siglo XXI? Y si pueden con caracteristicas por favor
Respuestas a la pregunta
A pesar de que las realidades nacionales han ido cambiando, su sitio y su evolución en la poesía del siglo XXI están asegurados. Porque lejos está el arte de dar la espalda a la realidad. Ésta fue una de las principales ideas que se escucharon en Bogotá durante el II Congreso de Poesía Escrita en Lengua Española desde la perspectiva del siglo XXI, organizado por el Instituto Caro y Cuervo. Y las voces que así lo expresaron procedían de más de 60 poetas de 13 países de América Latina, España y Portugal, entre los días 13 y 17 de agosto, cuyas reflexiones y versos fueron escuchados en media docena de sitios a través de conferencias y recitales. Se trató de un encuentro 'poco frecuente' y por lo mismo de 'máximo valor', según el poeta chileno Jorge Montealegre. Partiendo de las conclusiones del primer congreso realizado en 1996, en el cual se meditó sobre el papel de la poesía en el siglo por comenzar, esta vez, reunidos en la sede campestre del Caro y Cuervo, deliberaron sobre lo que está pasando en este nuevo siglo. Pero, como dijo Montealegre, 'fue inevitable caer en el balance'. Él, por ejemplo, hizo un recuento de la generación de los ochenta, de lo vivido y creado en la época de Pinochet, de lo que significó la transición democrática. El español Jorge Riechmann planteó otro tema : 'La democratización del arte no tiene por qué implicar su desnaturalización o vulgarización'. El encuentro buscó promover un diálogo entre las diferentes maneras de pensar y crear poesía en Iberoamérica, en el cual participaron, entre otros, los argentinos Saúl Yurkievich y Jorge Bocaanera; los chilenos Pedro Lastra y Teresa Calderón; los cubanos Arturo Arango y César López; los españoles Rodolfo Hasler y Rosa Lentini; los mexicanos Raúl Buñuelos y Verónica Volkow; los peruanos Arturo Corcuera y Carlos Germán Belli, o los colombianos Darío Jaramillo Agudelo, Juan Gustavo Cobo Borda, Héctor Rojas Herazo, Juan Manuel Roca, Samuel Jaramillo y Luz Helena Cordero. Aunque fueron cinco días de exitosa poesía, el congreso tuvo un lunar: dejó por fuera a los poetas nadaístas, movimiento literario contestatario de los años sesenta. 'No le conviene al país que pretendan oficialmente desaparecernos', dijo en su columna del diario El Tiempo Jotamario Arbeláez, uno de sus más destacados exponentes
UN POEMA Y UNA ANÉCDOTA
Antes de entrar en materia, o quizá como elementos básicos para entrar en materia, voy a leer un poema y a contar una anécdota. Ambos hablan, directa o indirectamente del futuro y sus retos. Ahí va el poema:
Cómo recuerdo las quebradizas tristezas,
escondidas en las grutas de mi memoria
ya siempre muertas.
Cuánto deseo las torpes nubes,
desde ahora temidas.
Golpearán rotos y triunfales
sus golpes porque habrá empezado
el instante de no llorar.
Junio quería matarme y el ruido
acabó en cobarde
Hablarán acabados y oscuros
mis gritos porque habrá amanecido
el día de no temer
La pregunta que haría a un lector atento es si identifica a su autor. Casi seguro que no. A esa pregunta añadiría otra: ¿Es un buen poema? No parece fácil la respuesta. El lector solo sabe que en él se quiebra el lenguaje convencional, por lo que podría ser un texto vanguardista. Y, ¿qué diría de él un avezado crítico o un profesor? No lo sabemos. Lo cierto es que ninguno de esos tres interrogantes tendría una respuesta nítida. Bien, revelemos el secreto: el poema no tiene autor, ha sido escrito por una máquina. Por una computadora. Es decir, que no es descabellado pensar que, en este siglo XXI pueda haber editoriales o plataformas digitales (pensemos en Amazon) dispuestas a comercializar libros de poemas escritos por máquinas en los que el autor, el poeta, haya desaparecido o sea, pura y llanamente, un personaje inventado.
Hasta aquí el poema. Vayamos a la anécdota: