que es la desinfondemia
Respuestas a la pregunta
Este policy brief —el primero en una serie de dos— emplea el término
desinformación para referirse al contenido que es falso y tiene un impacto
potencialmente negativo. Estos impactos pueden tener consecuencias fatales
durante la pandemia.
La intención del agente que produce o comparte el contenido impreciso puede
diferenciar la desinformación de la información errónea (misinformation, en
inglés). La producción de contenidos prometiendo tratamientos falsos con
el objetivo de alcanzar ganancias privadas es un ejemplo de desinformación.
Pero, ello puede ser clasificado como información errónea cuando se
comparte inocentemente la información falsa, creyendola verdadera, con las
mejores intenciones de estar ayudando.
En el caso de COVID-19, las respuestas pueden variar de acuerdo con las
diversas motivaciones de quienes son cómplices de la desinformación y
la información errónea. Por ejemplo, la educación es un remedio parcial
para la desinformación, mientras que detener la obtención de dinero por
estafas es una de las formas de reducir el suministro de desinformación.
Pero el impacto del contenido falso, independientemente de las intenciones,
es potencialmente el mismo. En ambos casos, las personas quedan
desempoderadas al desinformarse activamente; de ahí que el resultado
pueda tener graves impactos.
Es este enfoque en los efectos dañinos de la información fabricada y
engañosa, más que la motivación para su creación y difusión, lo que explica
el amplio uso del término desinformación en este policy brief, así como su
policy brief complementario.
La desinformación existió mucho antes del COVID-19. Las falsedades diseñadas
para socavar la validez de la ciencia se han esgrimido, por ejemplo, con el
resurgimiento del ‘movimiento de la Tierra plana’ y se extienden hasta quienes
disputan el consenso científico sobre el cambio climático, usualmente para
arrogarse alguna magra ventaja política o económica. Las versiones inventadas
que hoy contaminan la información sobre la salud pública se valen de las
mismas herramientas de difusión como en los casos de la desinformación. Lo
que tienen de nuevo son las temáticas y su impacto muy directo.
La nueva desinformación sobre COVID-19 crea confusión sobre la ciencia
médica, con un impacto inmediato sobre cada persona del planeta, y sobre
sociedades enteras. Es más tóxica y más letal que la desinformación sobre otras
temáticas. Por eso, en este resumen político, se acuña el término desinfodemia.
Usando este marco, el policy brief ayuda a analizar esta nueva amenaza y
los múltiples tipos de respuestas que se despliegan internacionalmente.
Para hacer esto, se detallan nueve temas principales y cuatro formatos
dominantes de la desinformación sobre el COVID-19 y se presenta una tipología
que agrupa la gama de respuestas al problema, en 10 subcategorías. Este
análisis aprovecha la investigación que se está realizando para la Comisión de
Banda Ancha de la UIT y la UNESCO, que se publicará más adelante en este año
2020. Esta investigación más amplia cubre una gran gama de temas, tipos y
Explicación:
xd
Respuesta:
gracias :)
Explicación:
Propagación de una enfermedad facilitada por desinformación viral