Que es el hombre para los antropólogos evolucionistas
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Respuestas a la pregunta
Respuesta:
es ser viviente racional • La unión entre el alma y el cuerpo es fundamental. ... Sin embar go, es en el alma donde se ubican las funciones propiamente vivientes y racionales • A nivel social, el ser humano es un ser cí vico y naturalmente hecho para vivir en comunidad.
Respuesta:
uwu
Explicación:
La antropología filosófica pone como centro de su reflexión al ser humano como ser que vive y sabe que vive en este mundo. Un ser que tiene conciencia de su medio y de sí mismo, que sabe que puede transformar el mundo y transformarse a sí mismo.
ETAPA 1: LOS PRECURSORES: EL ESTUDIO DEL ORIGEN Y LAS VARIEDADES
HUMANAS (SIGLO XIX)
A partir del siglo XVIII, en el contexto de la Europa de la Ilustración, surge el interés por el
conocimiento de lo humano desde el Imperio de la Razón, y aparecen autores interesados por el
hombre como objeto de estudio de la Historia Natural. Destacando las aportaciones pioneras de Linneo
como precursor de una concepción científica de la Historia Natural del Hombre (como será designada
inicialmente la Antropología). Junto a Buffon, creador de la Escuela Francesa (introduciendo el
concepto de “raza” en el estudio de la variedad humana); y Blumenbach, a la cabeza de la Escuela
2 Germana (usando por primera vez el término “Antropología” en un sentido no filosófico sino como
estudio naturalista de la especie humana).
La Antropología como nueva disciplina científica fijó su objeto de estudio en la descripción y explicación de la variación actual y pasada de la especie, a través del uso de los métodos de catalogación y clasificación consolidados en las Ciencias Naturales, siguiendo el esquema de Linneo, ahora consolidado en el estudio del hombre a través del pensamiento tipológico, como fundamento de
la Raciología practicada durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
LA ANTROPOLOGÍA COMO HISTORIA NATURAL DEL HOMBRE
En tanto que ciencia positiva de orientación naturalista, la Antropología definió como propio
un amplio ámbito de estudio, interesado por la antigüedad, el origen y la variación de la especie
humana. Un amplio campo de investigaciones antropológicas comprendidas dentro del estudio de la
Historia Natural del Hombre, donde las características físicas, culturales y psicológicas eran incluidas
como aspectos de nuestra naturaleza y de interés para la nueva disciplina.
Como ciencia empírica, la Antropología definió sus métodos propios para la medición del
hombre (su variación actual e histórica), la definición de esquemas clasificatorios y teorías
explicativas, en una línea análoga a otros campos de la Historia Natural. Por lo que serán destacados
naturalistas de la época, junto a médicos y anatomistas quienes desarrollen las primeras
investigaciones antropológicas en el contexto europeo (Broca, Virrey, Topinard, Quatrefages,
Virchow…) y norteamericano (Nott, Morton, Agassiz…). Así como en el caso español (Antón,
Aranzadi, Barras de Aragón, Hoyos…).
UNA NUEVA CONCEPCIÓN CIENTÍFICA Y NATURALISTA DEL HOMBRE
El pensamiento positivista y naturalista como fundamento de la perspectiva antropológica orientó la investigación y la reflexión teórica, apoyada por progresivas evidencias y datos empíricos que fueron sentando las bases para la consolidación de una concepción de hombre basada en los argumentos materialistas y científicos, frente a las ideas religiosas y tradiciones teológicas, desde las que abordar cuestiones relativas al origen y la variación humana.
A lo largo del siglo XIX, se produce la institucionalización de la Antropología Física en el marco académico y profesional europeo y norteamericano, con la creación de cátedras para su
enseñanza universitaria, el desarrollo de escuelas nacionales y la aparición de diversos campos y
especialidades. Sobre la base epistemológica del positivismo y los fundamentos metodológicos de la
Craneometría y la Raciología como pilares de la nueva Ciencia Antropológica, logrando un sólido reconocimiento en el mundo científico y en las sociedades occidentales de la segunda mitad del siglo XIX. Un reconocimiento social que servirá como justificación del amplio uso de sus teorías y resultados como fuente de argumentos en la construcción de ideologías sociopolíticas de la época, fundamentadas en los datos ofrecidos sobre la diversidad y variación humana. Tal como ocurriera en las argumentaciones del movimiento eugenista, el racismo popular o el darwinismo social; cuyas ideas se verán materializadas en prácticas sociales, legales y políticas de numerosos Estados de la época.
ORÍGENES HUMANOS Y EVOLUCIONISMO. POLÉMICAS PALEOANTROPOLÓGICAS
Y RUPTURAS IDEOLÓGICAS
Las teorías y representaciones populares sobre el origen del hombre, todavía presentes en el discurso social y académico del siglo XIX, hundían sus raíces en viejos debates teológicos, filosóficos e ideológicos, que defendían fundamentalmente dos planteamientos, el poligenismo o el monogenismo de la especie humana. Los partidarios del poligenismo sostenían un origen diferente de las razas humanas como producto de creaciones independientes, mientras que los defensores del monogenismo