que es agua? y porque ay una señora que dice que ya balla a comer???
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Esta leyenda ecuatoriana deriva de las situaciones típicas de mujeres jóvenes inocentes de los pueblos que se mudaban a la ciudad en busca de mejores oportunidades. Esta leyenda cuenta la historia de una chica que logró conseguir empleo en una casa de gente adinerada.
La ingenuidad la hizo presa fácil del amor y salió embarazada del hijo del dueño. Tras ser botada de su trabajo intenta volver a su familia, pero fue fuertemente criticada.
La desesperación la hizo arrojar a su bebé recién nacido al río. Al darse cuenta de su acto inhumano, intentó recuperarlo entre gritos y llantos pero fue arrastrada por la corriente.
Los relatos cuentan que han escuchado a la chica llorar en las noches buscando a su hijo entre las casas y haciendas cercanas a los ríos, asustando a niños y grandes por igual.
Historia la llorona
'La llorona' es una mujer alta y estilizada cuyo atuendo es de color blanco, aunque no es posible distinguir sus rasgos faciales. Los relatos populares, la describen también como una mujer sin pies, en efecto, parece desplazarse por el piso sin rozarlo.
El mito de la llorona afirma que su eterno penar se debe a que busca a un hijo recién nacido que asesinó arrojándolo al río para ocultar un pecado. Y en esta línea, es parte de su penitencia, castigar a los muchachos que andan de amores prohibidos: se sube a sus caballos y puede llegar a matarlos en un helado abrazo mortal.
Se la llama 'la llorona' porque sus gemidos aterradores y penetrantes que se dice que grita ¿Dónde está mi hijo? ¿Dónde está mi hijo?, son tan insistentes que hasta enloquece a los perros, mientras deambula por las noches (sobre todo cuando es noche de plenilunio).
La mayoría de los relatos, la consideran señal de malos presagios, un indicador de mal agüero: puede acercarse para enfermar a las personas, empeorar a los enfermos o traer desgracias a los seres queridos.
En otros relatos, la llorona se presenta como un ser inofensivo que necesita consuelo y ayuda, despertando piedad en la gente que, cuando se acerca a consolarla, les roba todas sus pertenencias.
Otra versión cuenta el siguiente relato.