que eran las organizaciones armada?y cual eran sus objetivos
Respuestas a la pregunta
Explicación:
Proyecto:
Objetivo:
Registrar mediante los diferentes relatos de vida
las experiencias y sentires de aquellos militantes
políticos que formaron parte de las organizaciones
político militares.
Finalidad:
Intentamos a partir de este conjunto de entrevista
poner el acento en las subjetividades, particulari-
dades y contradicciones que atravesaron la opción
por la lucha armada. Rescatando en esta opción
las implicancias personales, familiares, de género
y características sociopolíticas. Partiendo de la
premisa que estas experiencias de vida nos per-
mitirán dilucidar los sentidos que se construyeron
en torno a la violencia como práctica política en
las décadas del `50, `60 y ` 70. Queremos con esta
colección contribuir al debate y análisis sobre la lu-
cha armada como elemento central en el abordaje
del pasado reciente.
Contexto:
En los años 60, a partir de la Revolución Cubana y
la Guerra de Vietnam, muchos sectores de izquierda
propusieron la idea que la lucha revolucionaria
podría generar conciencia per se sin necesidad de
aguardar a que las condiciones objetivas, mate-
riales, económicas maduraran. Esto permitía a
una generación impaciente por producir cambios
sociales acelerar las “condiciones revolucionarias”
para acabar con la injusticia social. Así nació la
teoría del foco.
El foquismo cobró gran importancia principalmente
en los países del llamado Tercer Mundo. Estos veían
en la lucha antiimperialista una vía para alcanzar la
justicia social en los países dependientes. (Calvei-
ro, 2005)
las organizaciones armadas tiene una larga trayec -
toria en nuestro país que viene desde la década del
50. La primera organización política militar fue
una guerrilla de origen peronista conocida como los
Uturuncos que se ancló y desarrolló en las provin-
cias de Santiago del Estero y Tucumán. Su operatoria era
en una estrategia insurreccionalista de los trabajadores,
peones rurales, la clase media pauperizada y sectores
nacionalistas populares de las Fuerzas Armadas que
reinstalaran en el poder a Perón. Del `59 en adelante,
la herencia del “Che” imprimió a las guerrillas argenti-
nas características ciertamente distintas. Por un lado,
y salvo la experiencia rural del Ejército Guerrillero del
Pueblo (EGP) en Salta, fueron esencialmente urbanas,
con algunas excepciones de experiencias mixtas. Las de
origen marxistas y guevaristas, plantearon la revolución
a la organización de un partido revolucionario. Las de
origen peronista en cambio revalorizaron la identidad
peronista de los trabajadores y la necesidad de hacer una
revolución en base a ella. De todos modos, la riqueza y
variedad de organizaciones produjo cruces recurrentes
entre unas y otras.
A nivel nacional existieron alrededor de 50 grupos que
desarrollaron algún tipo de relación con la lucha armada
y varias de ellas siguieron operando, aunque limitada-
mente, aún después del golpe militar de 1976. Muchas
tuvieron un desarrollo de tipo nacional como Montonero y
el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), conformando
células y comandos en la mayoría de las provincias, mien-
tras que otras tuvieron un menor alcance como fueron
los casos de OCPO, las FAL, el GOR, entre tantas. Algunas
venían del viejo partido Comunista y Socialista, otras
eran maoístas, hubo siete u ocho grupos anarquistas que
también operaron como guerrilla y, dentro de la enorme
variedad del campo peronista, había más de 30 organi-
zaciones que respondieron a ese origen. Lo paradójico es
que nunca se llegó a centralizar con éxito en uno o dos
frentes nacionales, algo que si sucedió en otros países de
Latinoamérica.
Si bien en América Latina hubo organizaciones armadas
en esos años, en ningún país hubo tanta diversidad y ac-
tividad como en la Argentina.
Esto podría deberse a las características propias de esta
sociedad atravesada por la violencia política desde su
construcción como Estado Nación.