¿Qué era lo que más quería Emily dickinson
después de dejar la escuela infantil y regresar a casa?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Dickinson procedía de una familia de prestigio y poseía fuertes lazos con su comunidad, aunque vivió gran parte de su vida recluida en su casa. Tras estudiar durante siete años en Amherst Academy, asistió brevemente al seminario femenino Mount Holyoke[1] antes de regresar a la casa familiar en Amherst. Sus vecinos la consideraban excéntrica; tenía predilección por vestir siempre ropa blanca, era conocida por negarse a saludar a los invitados y en los últimos años de su vida, por ni siquiera querer salir de su habitación. Dickinson nunca se casó[1] y la mayoría de amistades que tenía dependían completamente de la correspondencia.
En la intimidad de su hogar Dickinson era una prolífica poeta; sin embargo, durante su vida no se llegó a publicar ni una docena de sus casi 1800 poemas.[a] El trabajo publicado durante su vida fue alterado significativamente por los editores, adaptándolos a las reglas y convenciones poéticas de la época. No obstante, los poemas de Dickinson son únicos en comparación con los de sus contemporáneos: contienen líneas cortas, por lo general carecen de título, contienen rimas consonantes imperfectas [half rhyme] y una puntuación poco convencional.[2] Muchos de sus poemas se centran en temas relacionados con la muerte y la inmortalidad, dos temas también recurrentes en las cartas que enviaba a sus amigos.
Los conocidos de Dickinson probablemente sabían de sus escritos pero no fue hasta después de su muerte, en 1886, cuando Lavinia, la hermana pequeña de Dickinson, descubrió los poemas que Emily guardaba y se logró hacer evidente la amplitud de su obra. Su primera colección de poesías se publicó en 1890 por conocidos personajes como Thomas Wentworth Higginson y Mabel Loomis Todd, aunque alteraron significativamente los originales. El erudito Thomas H. Johnson publicó en 1955 una colección completa de Dickinson, la primera de su poesía, y en su mayoría sin cambios. A pesar de que tuvo una crítica y recepción desfavorable y escéptica entre finales del siglo xix y principios del xx, Emily Dickinson está considerada de forma casi universal como una de las más importantes poetas estadounidenses de todos los tiempos