Castellano, pregunta formulada por sarijasmin436, hace 11 meses

que ensañanza crees q esta proponiendo la narración el carnero

Respuestas a la pregunta

Contestado por julialdy2007
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Respuesta:

QUE EL ternerito se quedo con el acrnero

Explicación:

Contestado por sofia456783
0

Respuesta:

be peces frescos y ahumados, avena y granos, frijoles, harina, manteca, queso,

cebollas, caballos y bueyes, velas y jabones, telas, tablas de pino, roble y cedro

para las cajas de azúcar (Cuba contó con la primera sierra de vapor que llegó a la

América hispánica pero no tenía madera que cortar) y duelas, arcos, aros, argollas

y clavos.

Así se iba trasvasando la sangre por todos estos procesos. Se desarrollaban los países

desarrollados de nuestros días: se subdesarrollaban los subdesarrollados.  

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EL ARCOÍRIS ES LA RUTA DEL RETORNO A GUINEA

En 1518 el licenciado Alonso Zuazo escribía a Carlos V desde la Dominicana: «Es

vano el temor de que los negros puedan sublevarse; viudas hay en las islas de

Portugal muy sosegadas con ochocientos esclavos; todo está en cómo son

gobernados. Yo hallé al venir algunos negros ladinos, otros huidos a monte; azoté a uayana

holandesa, a través del río Courantyne, sobreviven desde hace tres siglos las

comunidades de los djukas, descendientes de esclavos que habían huido por los

bosques de Surinam. En estas aldeas, subsisten «santuarios similares a los de

Guinea, y se cumplen danzas y ceremonias que podrían celebrarse en Ghana. Se

utiliza el lenguaje de los tambores, muy parecido a los tambores de Ashanti»(45 Philip

Reno, El drama de la Guayana británica. Un pueblo desde la esclavitud a la. lucha por el socialismo, Monthl•, Review, núm. 17/18,

Buenos Aires, enero-febrero de 1965) . La primera gran rebelión de los esclavos de la

Guayana ocurrió cien años después de la fuga de los djukas: los holandeses

recuperaron las plantaciones y quemaron a fuego lento a los líderes de los

esclavos. Pero tiempo antes del éxodo de los diukas, los esclavos cimarrones de

Brasil habían organizado el reino negro de los Palmares, en el nordeste de

Brasil, y victoriosamente resistieron, durante todo el siglo XVII, el asedio de

las decenas de expediciones militares que lanzaron para abatirlo, una tras

otra, los holandeses y los portugueses. Las embestidas de millares de

soldados nada podían contra las tácticas guerrilleras que hicieron invencible,

hasta 1693, el vasto refugio. El reino independiente de los Palmares --

convocatoria a la rebelión, bandera de la libertad- se había organizado como

un estado «a semejanza de los muchos que existían en África en el siglo XVII»

'

(46 Edison Carneiro, O quilombo dos Palrnares, Río de Janeiro, 1966.). Se extendía desde las vecindades del

Cabo de Santo Agostinho, en Pernambuco, hasta la zona norteña del río San

Francisco, en Alagoas: equivalía a la tercera parte del territorio de Portugal y

estaba rodeado por un espeso cerco de selvas salvajes. El jefe máximo era

elegido entre los más hábiles y sagaces: reinaba el hombre «de mayor

prestigio y felicidad en la guerra o en el mando» (47 Nina Rodrigues, Os africanos no Brasil, Río

de janeiro, 1932.). En plena época de las plantaciones azucareras omnipotentes,  

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Palmares era el único rincón de Brasil donde se desarrollaba el policultivo.

Guiados por la experiencia adquirida por ellos mismos o por sus antepasados

en las sabanas y en las selvas tropicales de África, los negros cultivaban el

maíz, el boniato, los frijoles, la mandioca, las bananas y otros alimentos. No

en vano, la destrucción de los cultivos aparecía como el objetivo principal de

las tropas coloniales lanzadas a la recuperación de los hombres que, tras la

travesía del mar con cadenas en los pies, habían desertado de las

plantaciones.

La abundancia de alimentos de Palmares contrastaba con las penurias que,

en plena prosperidad, padecían las zonas azucareras del litoral. Los esclavos

que habían conquistado la libertad la defendían con habilidad y coraje.

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