Geografía, pregunta formulada por Miilu15, hace 1 año

Que elementos naturales utilizan como limites entre argentina , chile , bolivia y brasil?

Respuestas a la pregunta

Contestado por locopormafe
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Vivimos en una época de rápidos cambios que deja la sensación de vivir en los límites, y a veces, al borde de precipicios. Pensar las fronteras y lo fronterizo es una tarea de la época, solo posible en momentos de crisis y cambios. Cuando la gestión aborda el tema territorial atiende de modo general, con las ideas de participación y desarrollo, las necesidades básicas, la ampliación del territorio vital, la producción-circulación-consumo de bienes y servicios y la sostenibilidad del bienestar de la población. La gestión cultural reconoce esos cuatro elementos y los asocia a los bienes y derechos culturales, por ello agencia las interacciones entre la diversidad cultural de una población, la variedad de entornos físicos en los que se desempeña, y la multiplicidad de recursos (aunque escasos) con los que se cuente, con la finalidad de producir y reproducir culturalmente a la comunidad, los recursos y el espacio.

© Jeff Wall El pensador, de la frontera y lo fronterizo

© Jeff Wall El pensador, de la frontera y lo fronterizo

Razón tiene quien piense que los territorios (espacios) se mueven (evolucionan, involucionan o revolucionan), pero más tendría si pensase en la gente que los habita, que es quien ensancha los espacios vitales y los anhelos territoriales. "Mover" un territorio (territorialización, reterritorialización o desterritorialización) es ante todo una resignificación de la identidad y de los valores de pertenencia, tenencia, herencia y potencia (territorialidad) de las comunidades y la capacidad de gestionarlos. Es decir, la tensión territorial real que ese movimiento produce, al ser gobernada se manifiesta en las fronteras y es disimulada con ayuda de los límites que no puede traspasar.

Los límites (y las fronteras) no son ajenos a las políticas estructurales de los Estados, porque es debido a éstas que ellos se hacen efectivos en los territorios. Los Estados-nacionales guían con políticas fronterizas las relaciones internacionales y con los vecinos las implementan con programas específicos de frontera. Toda política cultural coadyuva, en general, a ordenar y planificar el territorio, a gestionar la cohesión social que no es otra cosa que gestionar las identidades colectivas y los sentimientos de pertenencia de la población, y a inventariar y organizar los elementos culturales propiamente dichos. Tales elementos, por ejemplo, deberían tenerse en cuenta a la hora de pensar la gestión cultural en una frontera.

1. Territorios, fronteras y límites

A la gestión cultural, privada o pública, le interesan tanto las fronteras que implican la demarcación territorial de los Estados-nación democráticos contemporáneos, como aquellas fronteras culturales e identitarias que determinan los umbrales de cohesión social, y las fronteras económicas que imponen los términos del desarrollo de las culturas, patrimonios e industrias culturales.

Esas fronteras son, en primer lugar, las que indican a qué derechos estamos sometidos como personas y como gestores de la cultura, y qué personas e instituciones ejercen autoridad cultural sobre el territorio; en segundo lugar, las que definen cuáles son las expresiones culturales hegemónicas y las pautas de legitimidad con las que se participa dentro de un esquema específico de sociedad; y, en tercer y último lugar, las que ubican a las comunidades culturales diversas como constitutivas de un país cuyos individuos residen permanentemente dentro del territorio demarcado de los Estados.

Los territorios

En singular, el territorio es uno de los tres elementos centrales del Estado-nación occidental, amén de la población y el gobierno; cada Estado-nación es representado en mapas como una porción limitada que llamamos país, cuyo conjunto da cuenta de la composición, diversidad y límites territoriales nacionales. En plural, cada país contiene sus propias divisiones poblacionales, históricas, culturales y territoriales, sobre las cuales los Estados deben garantizar la gobernabilidad con sus leyes y producen, distribuyen y consumen recursos para su gente. Este tipo de definición genera una organización u ordenamiento territorial que atiende básicamente a los límites y se le conoce también como división política; para identificarla basta echar mano de las constituciones políticas de los Estados, sus normas y niveles de administración y un mapa. Pero queda por ver el ordenamiento territorial que atiende a fronteras, más relacional y flexible, y más atento a las condiciones culturales reales de los seres humanos, como aquel ordenamiento territorial que se enuncia en la palabra jurisdicción: iuris dictio, hasta donde alcance el poder de la palabra.

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