Historia, pregunta formulada por juliansanchez234, hace 6 meses

Qué dificultad tuvo chile en su proceso de conformación del Estado-Nación?

Respuestas a la pregunta

Contestado por antonella19acl
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Respuesta:

Explicación:

De la mano del proceso político de conformación de la república que se inició con el establecimiento de la Primera Junta de Gobierno en 1810, comenzaba en Chile otro aún más complejo: el de la cristalización de una conciencia nacional. El espíritu ilustrado animó a los intelectuales de la época no solo a involucrarse activamente en la conducción política del naciente Estado, sino también a proyectar su consolidación social, basada en la comprensión de la experiencia histórica y el reconocimiento de una tradición cultural común. Además de los soportes habituales del discurso público en los que aparecen plasmadas dichas inquietudes, son numerosos los escritos privados y literarios del siglo XIX donde afloran las convicciones, juicios e interpretaciones de la contingencia, desde un registro espontáneo que aporta nuevas perspectivas para la investigación histórica del período.

Más allá de los documentos oficiales que dan cuenta de la construcción del estado republicano y del debate público vertido en artículos de opinión publicados a través de medios de prensa como La Aurora de Chile y, posteriormente, el Monitor Araucano, las autobiografías, memorias y diarios íntimos de la época proveen valiosos testimonios en primera persona del proceso de formación de la nación. Muchos de ellos emprenden una reconstrucción del pasado desde la experiencia personal, como ocurre en el caso de Recuerdos de mi vida, de Martina Barros de Orrego y de las Memorias íntimas de don Pedro Félix Vicuña Aguirre publicadas por Luis Valencia Avaria, ambas de corte íntimo. Los registros hechos por personalidades como Juan Egaña en El chileno consolado en los presidios, reflejan la estrecha imbricación entre lo público y lo privado, al igual que los Recuerdos del pasado de Vicente Pérez Rosales y los Recuerdos Literarios de José Victorino Lastarria. Un fundamental y valioso documento de época son las Memorias del tiempo viejo de Luis Orrego Luco. Así como José Zapiola y Augusto Orrego Luco, desde el registro de la consolidación de sus disciplinas, dan origen a los Recuerdos de treinta años y los Recuerdos de la Escuela, respectivamente.

Otro tanto ocurre con los epistolarios y diarios personales de corte histórico escritos por figuras públicas. En ellos se imbrican lo público y lo privado, a tal punto que en algunos casos lo privado cede lugar a lo público, lo que puede deberse a que estos escritos corresponden a la única obra de la vida de los autores o a que el motor de la escritura es el registro de sucesos históricos mediados por una orientación política. Al revés de lo que ocurre con el diario íntimo o con las memorias, que partiendo de la mirada y un posicionamiento subjetivos refieren hechos de carácter social, en estos escritos dicha subjetividad está dirigida al registro experiencial de lo público o político-histórico. Es el caso del Diario de don Manuel Antonio Talavera quien desde una perspectiva antirrevolucionaria se propone registrar en este "diario expositivo" o "discurso histórico" los eventos ocurridos entre mayo y octubre de 1810 con el fin de informarlos al virrey del Perú. A este ámbito también pertenece el Diario militar del General don J. M. Carrera que, publicado en 1815, abarca el periodo desde 1810 a 1814. Un caso de interés ocurre con los escritos de Diego Portales, precisamente por el valor público o marcadamente político que adquieren sus cartas, las que, por cierto, también exponen temas íntimos. Todos estos escritos entregan un testimonio subjetivo de los procesos sociales tras los cuales se filtran retratos y juicios de época.

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