¿Qué diferencia tienen cada uno de los productores de imágenes fijas?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
La imagen ¿polisémica?
Se tiende a creer que la característica específica de la imagen es que es polisémica, es decir, que puede tener múltiples significaciones y prestarse a múltiples interpretaciones.
Es verdad que la imagen es polisémica, pero esto no es una característica exclusiva de la imagen, ya que la palabra verbal también es polisémica: según el contexto una misma palabra puede tener varias significaciones.
Tanto el sentido de las imágenes como el de las palabras se puede ver afectado mediante la contextualización o la descontextualización de las mismas. Pensemos, por ejemplo, en el papel que jugó la descontextualización en el arte contemporáneo con artistas como Duchamp (mingitorio).
Toda comunicación (verbal o no verbal) necesita una focalización para resaltar un elemento de un enunciado con medios propios al medio utilizado y así evitar la ambigüedad. El lenguaje verbal utiliza, para tal fin, un metalenguaje que le permite focalizar fácilmente el sentido de un enunciado. La imagen, en cambio, necesita de procedimientos más complejos (utiliza el color, la composición, el encuadre, la iluminación, la elección de las proporciones, etc.). Sin embargo, si la imagen prescinde de elementos verbales (es decir, si dentro de la imagen no hay palabras), no logra alcanzar una focalización asertiva: una imagen no afirma ni niega nada; no es ni verdadera ni falsa.
Es por culpa de esta incapacidad asertiva de la imagen que tendemos a considerarla polisémica: no es que la imagen sea más o menos polisémica que el lenguaje verbal, sino que nosotros, al no poder interpretarla de una manera precisa, solemos considerarla ambigua en comparación con las palabras. "La imagen no es polisémica, el espectador sí" dice Christian Metz.