Que diferencia a los movimientos revolucionarios de las segunda y tercera décadas del siglo XX con los de la quinta y sexta décadas de ese mismo siglo?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Los procesos revolucionarios son acompañados por movimientos masivos de grupos organizados que coinciden con una o más propuestas. La propuesta apuesta a un factor desestabilizador del orden establecido.
En años recientes, en América latina han surgido movimientos sociales con propuestas políticas, unos con propósitos abiertamente desestabilizadores y otros con objetivos reformistas que no cuestionan el orden establecido. En la primera década del siglo XXI -ante la crisis del modelo neoliberal de los gobiernos encabezados por las elites– surgieron numerosos gobiernos con aspiraciones desestabilizadores del statu quo y otros con proyectos reformistas. Las diferencias entre el uno y el otro era el papel del sujeto transformador. Mientras que los gobiernos reformistas pretendían introducir cambios en las políticas públicas sin la participación de las organizaciones populares, en el caso de los proyectos desestabilizadores el “pueblo” jugaba un papel central en las decisiones políticas.
El sujeto del proceso revolucionario es la población o dicho en otros términos: el pueblo. La dirección del proceso revolucionario lo representan quienes logran articular mejor la propuesta desestabilizadora. La vanguardia tiene que desarrollar su estrategia en tres momentos.
En primer lugar, tiene que compatibilizar sus propuestas con las de aquellos grupos organizados comprometidos con el movimiento en general del pueblo. En segundo lugar tiene que tener una estrategia para asumir el poder en representación del pueblo. Por último el pueblo movilizado tiene que defender el poder frente a los grupos desplazados.
Explicación: