Que devemos hacer el la seguridad en las redes sociales
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
pues no visitar sitios raros o peligrosos para no terminar en un problema
no aceptar solicitudes de personas que no conoces
Explicación:
Respuesta:
Pérdida del anonimato:
Algo tan común y habitual en Internet como es el anonimato del usuario, la creación de una “identidad digital” que se diferencia de la “identidad real”, ha sufrido un retroceso con la popularización de las redes sociales.
En una red social lo normal es que cada usuario se identifique con su nombre y apellido real y que aporte datos personales, como dónde estudia, con quién se relaciona o en qué ciudad vive.
Eso se hace así para que los demás usuarios, si han estudiado en el mismo instituto o universidad, puedan relacionarse. También es muy frecuente subir fotografías personales donde el usuario es perfectamente identificable. Esto hace que su exposición pública sea mucho mayor que antes.
Lo que se publica, queda publicado:
En las redes sociales, una vez que se pulsa el botón de “publicar”, esa información es enviada a todos los contactos del usuario. Eso significa que si más adelante el usuario se arrepiente de lo dicho, publicado o mostrado y trata de borrarlo, solo conseguirá eliminarlo de su propio perfil, pero no de las cuentas de todos sus amigos. Las redes sociales no siempre dan la posibilidad de desandar lo andado.
Todos son amigos:
Es muy común que de forma periódica aparezcan solicitudes de amistad en el perfil de cada usuario, por parte de personas que en realidad no se conocen. Muchas veces el acto de aceptar una de esas solicitudes es tan automático que no se vigila si se está admitiendo a una persona conocida o no.
Nuestros hijos no deben dejarse engañar por el juego de palabras:
Los amigos se pueden contar con los dedos de las manos (con una suele ser suficiente) mientras que lo que encontramos en las redes sociales son conocidos con los que debemos mantener la correspondiente distancia.
Dependencia:
Una red social es un lugar muy atractivo para estar; mientras más amigos se tienen, más novedades aparecen de forma constante en la página de cada uno, creándose un ciclo de interacciones que no tiene un final concreto.
Eso hace que algunas veces el usuario sienta la necesidad de estar siempre pendiente y atento a su red social, dándose casos esporádicos y extremos de dependencia total a su red, tal y como ha sucedido en países como Japón o Corea del Sur.