que desencadena que prometeo les haya entregado el fuego alos mortales
Respuestas a la pregunta
Respuesta: Espero te sirva
Explicación:
"¡No lo haré!" dijo Zeus, "¡No compartiré ni una chispa con ellos! Porque si los hombres tuvieran fuego podrían volverse fuertes y sabios como nosotros y después nos sacarían del reino. Además, el fuego es una herramienta poderosa y ellos son demasiado pobres e ignorantes para confiárselo. Es mejor que nosotros en el Monte Olimpo gobernemos el mundo sin amenazas para que todos seamos felices".
Prometeo no respondió, pero en su corazón estaba el ayudar a la humanidad y por lo tanto no se rindió. Cuando caminaba por la orilla del mar encontró un largo tallo de hinojo. Lo partió y luego vio que su centro hueco estaba lleno de una sustancia seca y suave que quemaría lentamente y permanecería ardiendo por un largo tiempo. Se llevó el tallo mientras comenzaba un largo viaje a la cima del Monte Olimpo.
Mitología griega"La humanidad debe tener fuego, sin importar lo que haya decidido Zeus", se dijo a sí mismo. Y con ese pensamiento se escabulló silenciosamente en el dominio de Zeus y robó una chispa de su relámpago. Prometeo tocó el extremo del largo tallo con la chispa y la sustancia seca dentro de él prendió fuego y ardió lentamente. Prometeo se apresuró a su propia tierra, cargando con él la preciosa chispa escondida en el centro hueco de la planta.
Cuando llegó a casa, lla-mó a algunos de los hombres temblorosos para que salieran de sus cuevas e hizo una fogata para ellos, y les mostró como usarlo para calentarse y para cocinar sus alimentos. Hombres y mujeres se reunieron alrededor del fuego, ya no tenían frío y estaban felices y agradecidos con Prometeo por el maravilloso regalo que les había traído.
Una frí-a mañ-ana de invie-rno, Ze-us miró hacia abajo desde el Monte Olimpo y notó fogatas que ar-dían alegremente en los hogares de hombres y mujeres en cada villa a lo largo de las tierras. No le tomó mucho tiempo comprender que Prometeo lo había desobe-decido y le había dado el fuego a los hombres.
Ze-us estaba muy enoj-ado y ord-enó encad-enar a Pro-meteo a una montaña para que sufrie-ra allí por toda la eter-nidad.