que desafíos tienes megapolis para mejora los problemas ambientales y sociales
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Actualmente, unos 3 500 millones de personas residen en zonas urbanas. Se prevé que en 2050 esta cifra se eleve a 6 300 millones, pasando así de representar el 50% de la población mundial a constituir más del 70%. Si bien las ciudades son centros de creatividad y progreso económico, también padecen múltiples problemas ambientales debido principalmente a la contaminación del aire y a peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua.
Desde 2007, por primera vez en la historia, la mayor parte de la población mundial vive en zonas urbanas. Las megalópolis, que suelen definirse como ciudades cuya población supera los diez millones de habitantes, abarcan hoy en día menos del 0,2% de la superficie terrestre y, sin embargo, acogen a una de cada diez personas de nuestro planeta. La mayoría de los habitantes de las zonas urbanas viven en ciudades de países en desarrollo y menos adelantados, a menudo en asentamientos informales vulnerables a los peligros relacionados con el tiempo, el clima, y el agua, y están expuestos a niveles elevados de contaminación del aire.
En estos grandes asentamientos urbanos, las actividades humanas modifican en gran medida el medio ambiente, dando lugar a características meteorológicas y climatológicas excepcionales. La concentración de edificios altos, carreteras, espacios verdes y superficies de hormigón genera patrones de lluvia, viento, calor y calidad del aire complejos. Por ejemplo: las superficies duras pueden determinar el flujo de agua y agravar los riesgos de inundación; la alineación de edificios puede provocar túneles de viento locales; las pequeñas partículas emitidas por el tráfico y las fábricas pueden empeorar la calidad del aire; y el efecto de la isla de calor urbana puede elevar las temperaturas de 5 a 10 ºC, exacerbando las olas de calor.
Las poblaciones de las zonas urbanas son particularmente vulnerables a la contaminación del aire, los fenómenos meteorológicos extremos (como las olas de calor, las inundaciones, las sequías y las mareas de tormenta, en el caso de los habitantes de las zonas costeras) y los efectos del cambio climático. El hecho de que los sistemas urbanos sean cada vez más densos, complejos e interdependientes puede dejar a las ciudades expuestas a un efecto dominó, en el que un solo fenómeno extremo conduce a un desmoronamiento general de las infraestructuras, con consecuencias duraderas. Debido a esta gran interdependencia es preciso adoptar un enfoque integrado de los servicios meteorológicos, ambientales y climáticos de las zonas urbanas, orientado a los habitantes y a las instancias decisorias de la ciudad, es decir, un enfoque que comprenda desde la elaboración de predicciones meteorológicas y climáticas hasta las acciones con participación de la comunidad, y también la planificación urbana.
Explicación: Espero haberte ayudado :)