¿Qué decían la gente sobre la ausencia y huida de los Frank? es para mañana es español
Respuestas a la pregunta
Entiendo que hablas del Diario de Ana Frank.
Acerca de la huída, Ana especifica en el libro que dejaron en casa algunos enseres, la vajilla del desayuno, comida para el gato y las camas desechas fruto de una marcha precipitada. (Se especifica en miércoles 8 de julio de 1942).
Posteriormente (encontrándose ya en la casa de atrás), el señor Van Daan les relató que él mismo convenció al señor Goudsmit de que un oficial de jerarquía, amigo de juventud de Otto (el padre de Ana), le había prometido ayudarles en caso de necesidad, por lo que seguramente este habría facilitado el paso de la familia a Suíza a través de Bélgica. Este rumor se extendió entre las amistades de la familia: así hubo quien afirmaba haberlos visto partir al romper el alba montados en bicicleta, o incluso quién decía que habían sido metidos en un auto militar en plena noche. (Se especifica en Viernes 14 de agosto de 1942).
FRAGMENTO DEL LIBRO QUE LO JUSTIFICA:
Aun sabiendo que la había dejado intencionalmente, simulé sorpresa y susto, rogando al señor Goudsmit que quemara aquel papel sin tardanza.
"Aunque todo el tiempo simuló no saber nada acerca de la desaparición de ustedes, después de haber visto aquel trozo de papel, se me ocurrió una cosa. Señor Goudsmit -dije-, me parece recordar algo que podría estar relacionado con esta dirección. Un oficial de jerarquía se presentó en la oficina, hace alrededor de seis meses. Estaba destinado a la región de Maastricht, parecía ser un amigo de juventud del señor Frank, y le prometió ayudarlo en caso necesario. Dije que, según todas las probabilidades aquel oficial había debido mantener su palabra, facilitando de una u otra manera el paso de la familia Frank a Suiza, a través de Bélgica. Le recomendé que contara eso a los amigos de los Frank que pidieran noticias de ellos, aunque sin hablar necesariamente de Maastricht. Enseguida, me marché. La mayoría de los amigos de ustedes han sido puestos al corriente. Lo he sabido por diversos conductos".
Nosotros encontramos esta historia muy divertida, y nos reímos aun más de la fuerza de imaginación de la gente, de la que nos daban prueba otros relatos del señor Van Daan. Así hubo quien nos vio partir, a las cuatro, al romper el alba, montados en bicicleta; y una señora que pretendía saber a ciencia cierta que habíamos sido metidos en un auto militar en plena noche."