Que cultivaban y cazaban los Marajoara
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Respuesta:
Por su localización estratégica, la Isla estuvo en el centro de la disputa entre las naciones europeas en los primeros años de la colonización. En los mapas de la época se pueden identificar los fuertes militares y los grupos indígenas. El nombre "nación de los Joanes" o solamente "Joanes" en el norte de la isla, indicaba la nación más numerosa, por cuyo nombre era conocida: "Isla Grande de los Joanes".
Según el jesuita español Antonio Vieira (1608-1697) estaba habitada por diversas naciones que constituían dos grupos distintos: Aruanas y Nheengaíbas. Los Aruanas hablaban lengua arawak y en su expansión vinieron ocupando la costa norte de Sudamérica y entraron en Marajó doscientos años antes de la conquista. Los Nheengaíbas (en tupí: "gente de lengua incomprensible"), cuya filiación lingüística es una incógnita, eran alrededor de 29 naciones indígenas diferentes, el padre Viera cita los Anajás, Mapúas, Paucacas, Guajarás, Pixipixis, Boccas, Pauxos, Mmaianazes, Mocoes, Jurumas, Muanás y Sacacas. Algunos de esos nombres designan lugares donde fueron encontrados más tarde sitios arqueológicos de la Cultura Marajoara, los que sugiere que los Nheengaíbas habrían sido los productores de la cerámica.
La cultura marajoara se concentraba en las regiones bajas y anegadizas alrededor del lago Arari, donde construyeron los montículos -algunos con más de 10 metros de altura y 200 de largo- para cultivos, viviendas, cementerios y realización de ceremonias.
Fotografías de Betty J. Meggers y Clifford Evans, publicadas en "Archeological investigations at the mouth of the Amazon". Smithsonian Institution. Washington, 1957.
Sipó
Lugar habitacional en el sitio Sipó. Fase Ananatuba.
Bacurí
Lugar habitacional en el sitio Bacurí. Fase Mangueiras.
Igarapé
Montículo funerario en Igarapé. Fase Marajoara.
Belém
Montículo funerario en Belém. Fase Marajoara.
A fines de los años 1940, la pareja de arqueólogos estadounidenses Betty Meggers y Clifford Evans, estudiantes de la Universidad de Columbia, llegaron a realizar investigaciones para la tesis de doctorado en el delta amazónico. Notaron que los montículos ("tesos", "aterros") siempre eran encontrados en grupos y que en ellos algunos contenían cerámica decorada y otros sólo presentaban cerámica simple, de uso doméstico. Había una diferencia funcional: estaban los montículos-cementerio donde encontraban la cerámica decorada y urnas funerarias y los de actividad cotidiana.
Además, identificaron sitios dispersos por la isla con cerámicas diferentes a la marajoara de manufactura más modesta. Concluyeron que hubo poblaciones de orígenes diferentes, pero que eventualmente habían convivido unas con las otras. Llamaron a las ocupaciones anteriores a la Marajoara fases Ananatuba, Mangueiras y Formiga.
Las dataciones obtenidas muestran que la isla fue ocupada entre el 1.500 y 900 a. C. (fases Ananatuba y Mangueiras). Después de un intervalo de casi 800 años, volvió, ya en el inicio de la era Cristiana, a recibir poblaciones relacionadas con la fase Formiga, que sobrevivieron hasta el año 800 d. C. cuando fueron asimilados por la fase Marajoara que declina hacia el año 1300, reemplazada por la Aruana que portaban los nuevos grupos llegados a la isla.
Tanga
Tanga
Pieza de cerámica típica de la Cultura Marajoara, de forma triangular, delgada y cóncava con agujeros en las extremidades superiores por donde pasaban un cordón para sujetarlo al cuerpo. Se encontraban en los túmulos funerarios asociados a las mujeres, algunos cronistas indican que eran utilizadas en los ritos de pubertad.
Características de las fases alfareras:
Ananatuba: se encuentra en varios restos arqueológicos de la costa norte. La capas de tierra con tiestos son más gruesas y los restos más abundantes que las demás, excepto la Marajoara, indicando una vida sedentaria con ocupación prolongada de la aldea, o bien una población más numerosa. La cerámica es dura y lisa, con una coloración superficial entre amarilla y castaño. Sólo un pequeño porcentaje muestra adornos incisos y diseños bien acabados. Su final resultó de la conquista del territorio por grupos que hasta entonces ocupaban el extremo oeste de Marajó y la isla de Caviana y portaban una diferente tradición cerámica.
Mangueiras: La mayoría de las piezas son pequeñas vasijas y tazones sin decoración, utilizados seguramente como recipientes de cocina. La decoración resultaba del raspado de la superficie formando líneas paralelas y cruzadas. Son características de la fase la representación de figuras (ídolos).
Explicación: