Que crítica constructiva harías sobre el idealismo y realismo?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
La ciencia, que, paradójicamente, quiere abarcar todo el universo, nada tiene que decir sobre el ser humano; es decir, la ciencia físico-matemática, o razón naturalista (realismo a ultranza), al hacerse patente la urgencia de tomar parte en los problemas más humanos, no ha sabido qué decir.
La razón naturalista o realista se detiene ante la extraña realidad que es la vida humana. La causa, profunda y radical –dice Ortega–, es que el hombre no es una cosa; es falso hablar de la «naturaleza humana». La vida humana no es un objeto, no es una cosa, y, por eso, no tiene una naturaleza. «El hombre no tiene naturaleza, sino que tiene historia» (Ortega y Gasset, J.: Historia como sistema, en Obras completas, IV. Revista de Occidente, Madrid, 1966, p. 41).
En esta situación deficitaria, el hombre moderno se ha visto desilusionado por la ciencia, porque se da cuenta de que lo humano «se escapa de la razón físico-matemática como el agua por una canastilla». Este es el único motivo por el que la fe en esa razón ha entrado en deplorable decadencia.
Esto quiere decir, por lo pronto, que es preciso repensar la vida humana con nuevas categorías o conceptos radicalmente distintos de los que nos aclaran los fenómenos de la materia.
La razón naturalista o realista sirve siempre y cuando su objeto de conocimiento sea cosa; por ejemplo, el movimiento de los astros. Pero si pretendemos abordar el tema de la vida humana con esos mismos cálculos (los del naturalismo físico-matemático), estamos imaginando una continuidad entre dos objetos de conocimiento, como si al tratar de la vida humana estuviéramos investigando una naturaleza.