que cosas se pueden cambiar en la vida para vivir la liberación
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Tres meses han pasado ya desde que dejé mi trabajo y cambié de vida radicalmente. Mi idea inicial era ir retransmitiendo todo este proceso de cambio en blog, ir contando cómo me sentía y cómo iba avanzando todo. Sin embargo, una vez aquí, se ve todo de forma muy diferente. Llegué hambrienta de recorrer nuevos lugares, vivir experiencias y conocer gente nueva.
Al salir de casa sólo tenía una cosa planeada: FLUIR. Me prometí a mi misma escucharme y hacer en cada momento lo que me pidiera el cuerpo. De eso va este viaje, de autoconocimiento. Y la verdad, el cuerpo ya me empezaba a pedir un poco de tranquilidad para reflexionar sobre todo lo vivido y escribir sobre ello.
Dos meses de preparación previa y un mes y pico de viaje dan para contar muchas cosas. Tantas que llevo dos días en Chiang Mai bloqueada delante del portátil sin ser capaz de escribir pensando por dónde empezar. Hasta las chicas de la recepción del hostel me miran raro porque no estoy en la piscina o recorriendo la ciudad.
Por eso, al final he decidido que lo mejor es empezar por el principio. Hoy quiero hablar de todo el proceso de cambio que me ha permitido estar aquí ahora escribiendo estas líneas desde Tailandia. ¡Algo completamente impensable para mí hace 4 meses!
Te aviso, este va a ser un post largo así que… ¡ponte cómod@!
De repente llega el día en que sales de una reunión de trabajo con tu jefa, le miras a los ojos y le dices lo infeliz que eres. Así de sopetón, sin planificarlo ni nada y precisamente en el momento más inoportuno. Le hablas de cómo te sientes y le confiesas la idea que tanto tiempo lleva rondando por tu cabeza: “quiero dejar mi trabajo”.
Ya está, ya no había vuelta atrás. Al fin había dicho en voz alta lo que llevaba tanto tiempo pensando y nunca me atrevía a decir. Llegar hasta ahí no fue nada sencillo. Me hizo falta todo un proceso que yo dividiría en cuatro fases.
Explicación:
XD