¿que consecuencias tuvo la politica de apaciguamiento en Europa?
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La política de apaciguamiento impide el mismo año de 1936 que Gran Bretaña y Francia impongan sanciones a Alemania e Italia por su intervención militar en la Guerra Civil Española, en contra de los acuerdos tomados entre estos países para no prestar apoyo bélico a los bandos españoles en pugna. Tampoco sancionaron a la Unión Soviética en su apoyo al bando republicano en la Guerra Civil.
Similar situación se vivió con la cuestión del rearme alemán llevado a cabo por el Tercer Reich desde 1933, a pesar de que el Tratado de Versalles establecía límites máximos de tropas para el Reichswehr (el ejército alemán de la República de Weimar) y reducía muchísimo el alcance de la marina de guerra y la aviación militar germana. Ni Francia ni Gran Bretaña protestaron ante tal infracción, lo cual permitió a Hitler organizar unas fuerzas armadas mucho más poderosas, la Wehrmacht.
En el caso de la anexión de Austria a Alemania (Anschluss) en marzo de 1938, Gran Bretaña y Francia tampoco protestaron por las violentas presiones y amenazas de Hitler al gobierno austriaco de Kurt Schuschnigg y permitieron la anexión pese a que también el Tratado de Versalles había prohibido expresamente tal unión política austro-alemana.
El momento culminante de esta política fue la Conferencia de Múnich, de 1938, en la cual Chamberlain aceptó las garantías ofrecidas por Hitler para mantener el equilibrio europeo, sacrificando de paso Checoslovaquia a las ambiciones alemanas. No obstante, en aquella ocasión Neville Chamberlain consideraba seriamente haber evitado, y no sólo postergado, un conflicto armado con la Alemania nazi. De hecho, tras celebrar los Acuerdos de Múnich volvió en avión a Gran Bretaña y al bajar de la nave Chamberlain emitió una famosa declaración a la prensa reunida en el aeródromo, señalando que los Acuerdos de Múnich eran la «paz para nuestros tiempos» («peace for our time»), lo cual le ganó aplausos de la opinión pública británica que creía realmente haber evitado una guerra.
La subsiguiente invasión a Polonia en 1939, menos de un año después de los Acuerdos de Múnich, terminó por hundir en el descrédito la política de apaciguamiento, lo que llevó a la derrota de Chamberlain en un voto de censura en la Cámara de los Comunes en mayo de 1940, frente a Winston Churchill, quien había sido muy duro en sus críticas a Chamberlain tras sus acuerdos con Hitler, a pesar de que ambos militaban en el Partido Conservador: