que consecuencias tuvo el la implementación del monopolio comercial español en la vida cotidiana de las colinas?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El monopolio comercial español se refiere a una política que impuso España a sus colonias en América, en virtud de la cual los habitantes de América sólo podían comerciar con barcos españoles autorizados, y cualquier transacción con otro país u organización estaba prohibida. La causa de ello radica en que la Corona buscaba aumentar su riqueza gracias a los metales preciosos (oro y plata) del Nuevo Mundo y al mercado cautivo que conseguía para sus productos, siempre y cuando lograra mantener un estricto monopolio que obligara a los colonos a comerciar solamente con España. Esta situación fue difícil de conseguir, debido al permanente contrabando de productos provenientes de otras naciones europeas, sobre todo durante el siglo XVII en la plaza .
En general, el monopolio comercial español se garantizaba a través de cuatro mecanismos:
Control oficial: La Casa de la Contratación (en Sevilla) defendía el monopolio y controlaba los asuntos comerciales con América.
Colaboración privada: La Casa de Contratación contó con la colaboración de un gremio de comerciantes, a los que se les dio el privilegio exclusivo de comerciar con América.
Puerto único en España: Se centralizó el comercio en un único puerto, el de Sevilla, lo que facilitaba el control del tráfico y el pago de impuestos.
Navegación protegida: para evitar robos y accidentes, se obligó a que la navegación fuera en convoy , con escolta militar y por rutas fijas.
Algunos comerciantes de los puertos de España y América se beneficiaron de las restricciones al comercio, ya que les permitieron realizar buenas operaciones con poco esfuerzo e inventiva. Más graves fueron las consecuencias para la industria artesanal de América, que fue desplazada por la competencia extranjera menos rústica, más elaborada y más barata.
La Casa de Contratación de 1503[1]Editar
Ver artículo: Casa de la Contratación de Indias.
Mediante real cédula, el 20 de enero de 1503, se creó en Sevilla la Casa de Contratación, organismo rector del comercio peninsular con las Indias. Contó inicialmente con un tesorero, un factor y un escribano-contador para controlar el movimiento de personas y bienes hacia las nuevas tierras. A partir de ese momento todo el comercio de exportación e importación con América quedaría centralizado en Sevilla. Asimismo, la Casa de la Contratación fiscalizaría todas las embarcaciones con destino a las colonias o procedentes de ellas que, necesariamente, debían zarpar o rendir viaje en la capital sevillana con el objeto de facilitar dicho control.
La elección de Sevilla como sede de la Casa de Contratación está relacionada con la designación del puerto de Guadalquivir como único punto para las mutuas transacciones entre la península y las Indias. Por eso