Qué consecuencias traería su elección para cada uno de los grupos a los que pertenece.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
A pesar de que la pertenencia a grupos, a múltiples tipos de grupos con distintas
características, es algo consustancial a cualquier ser humano, a ningún colectivo
se le atribuye de forma intuitiva la pertenencia a “un grupo” con tanta fuerza e
inmediatez como a los jóvenes y adolescentes de cualquier generación.
Esta asociación inmediata, que en la mayoría de las ocasiones se entiende como
condición indispensable del “ser joven”, se realiza habitualmente mediante la
interpretación del concepto grupo desde la perspectiva de uno de sus componentes fundamentales: las relaciones afectivas que operan entre los miembros.
Así, tomando como característica fundamental del “grupo” las relaciones interpersonales (frente a la funcionalidad instrumental para desarrollar tareas o conseguir objetivos, por ejemplo), desde el imaginario social, el grupo por excelencia sería el “grupo de amigos”, y ningún otro colectivo como el de jóvenes y
adolescentes resultaría más emblemático en el subrayado de todo lo que se trate
de amigos.
En un reciente estudio (Megías, 2001) hemos podido comprobar que para el conjunto de la población adulta, en el marco de una sociedad que se define por la
competitividad, la valoración de la amistad es algo deseable pero imposible de
mantener y que, como tal, se reserva para los jóvenes y adolescentes, quizá tan
sólo en la medida en que éstos todavía no han tenido obligatoriamente que acoplarse a esos requisitos tan “exigentes” y “deshumanizados” de la supervivencia
adulta. También es cierto que, por su parte, los propios jóvenes explicitan su participación del mismo tipo de sociedad y, por tanto, de los mismos valores, de tal
manera que frente a ésta y a otras atribuciones que se les proyecta desde el
mundo adulto (como por ejemplo ser los baluartes de la tolerancia y la solidaridad) ellos mismos se ubican en las mismas potenciales exigencias de la supervi1. INTRODUCCIÓN. LAS RELACIONES GRUPALES EN LA ORGANIZACIÓN DEL TIEMPO JUVENIL ■ 5
6 ■ JÓVENES Y RELACIONES GRUPALES
vencia y se sienten presionados hacia los “valores indeseables” con la misma fuerza que el resto de la sociedad. En definitiva, la amistad sería un valor fundamental
que desearían todos los colectivos, pero que se entiende como algo que marca
fundamentalmente las primeras etapas de la vida en la medida en que coyunturalmente es viable, ya que según avanza la vida se ve reducida, e incluso imposibilitada, por los ritmos familiares, laborales, y el “sálvese quien pueda”.
Independientemente de las consideraciones o puntos de vista desde los que se
aborde, lo cierto es que los grupos forman parte de la vida cotidiana al menos de
los jóvenes, o mejor dicho, una buena parte de la vida cotidiana de los jóvenes se
desenvuelve en el marco de grupos. Por ello, el estudio de los aspectos que definen los grupos y las expectativas que los jóvenes y adolescentes mantienen hacia
sus grupos de pertenencia, constituye una referencia fundamental para el conocimiento de las maneras en que se organiza y desarrolla esa vida cotidiana.
Además, el análisis de las relaciones grupales de los jóvenes se entrecruza y remite a muchos de los aspectos diferentes que constituyen las condiciones de la realidad social y cultural de los jóvenes, en definitiva de sus estilos de vida.
En el momento actual, como se ha ido viendo, existen sobradas referencias sobre
muchos aspectos, coyunturales, evolutivos y estructurales, que pueden establecer
importantes diferencias, a la vez que paralelismos, entre las expectativas de relación interpersonal y grupal de los jóvenes frente a las de los adultos. Conocer los
presupuestos e interpretaciones, la atribución de sentidos específicos, que los
jóvenes realizan sobre sus distintos objetivos relacionales puede aportar una
información valiosísima, tanto sobre el conjunto de la realidad juvenil como
específicamente de lo que aportan los distintos tipos de grupos a la configuración
de esa realidad.
Por ello, vamos a partir del propio concepto de amistad que desarrollan los jóvenes para adentrarnos en sus formas de relación grupal como fuente de integración