QUE CONSECUENCIAS TRAE PARA LA FORMACIÓN DE UN NIÑO EL COMPLEJO DE EDIPO Y ELECTRA
Respuestas a la pregunta
La "consecuencia" del complejo de Edipo es (según la teoría psicoanalítica), el correcto desarrollo y orientación de la sexualidad.
En realidad, las "consecuencias" (negativas) provienen de una mala resolución de tal complejo.
Correlativamente el "Complejo de Edipo" es una noción central para el psicoanálisis, y si antes de Freud el mito de Edipo era sólo relacionado a la tragedia de Sófocles, hoy no puede dejar de asociarse también al descubrimiento freudiano. Se relaciona así el destino con el "determinismo de la vida psíquica". Starobinski señala al respecto que:
"Edipo simboliza lo universal del inconsciente disfrazado de destino".
Este "Complejo nuclear", como fuera denominado inicialmente, se despliega entre los tres y cinco años aproximadamente, cuando el niño comienza a sentir sensaciones voluptuosas hacia su madre y paralelamente siente con respecto a su padre admirado un sentimiento de rivalidad, ya que es él el obstáculo de amor hacia su madre, generándose un sentimiento ambivalente de odio y amor. También puede adoptar una posición inversa de sentimientos, amor hacia el padre y hostilidad hacia la madre, lo que se denomina Edipo negativo. Siendo ambas posibilidades complementarias constituyen lo que en el artículo "El yo y el ello" (1923) Freud describe como "Edipo completo".
La conflictiva edípica se disuelve en el varón debido al temor instaurado por la amenaza de castración, asociada a la representación paterna como instituyente de la ley (prohibición del incesto), evolucionando así hacia una pérdida de investidura libidinal hacia la madre y a una fuerte identificación con la figura paterna. Este proceso no sólo permite volver a la madre a través de sentimientos tiernos (pulsiones de meta inhibida) sino también a una identificación con su sexualidad.
Aún con las mismas consecuencias finales en su resolución, ocurre que en el caso del Edipo femenino Freud intenta afanosamente determinar qué es lo que aleja a la niña de dicha conflictiva, pero no lo logra claramente. Mientras que en el varón la angustia que genera la fantasía de temor a la castración lo aleja de la triangulación edípica, a la mujer la angustia de castración la ha introducido en dicha conflictiva, como consecuencias de la desilusión con la madre de no poseer el falo y de no habérselo otorgado a ella. Al no haber una causa clara que la lleve a alejarse, luego de varios intentos de explicación Freud llegará a la idea de que la conflictiva edípica en la niña se disipa lentamente en comparación con el varón.
Retomando el concepto de sobredeterminismo de la vida psíquica, podemos señalar que son varios los factores que impulsan al sujeto al complejo de Edipo, pudiendo así citar la herencia filogenética a través de las fantasías primordiales, a los vínculos primarios establecidos y a las actitudes de los padres que reactualizan su propia historia infantil edípica.
El complejo de Edipo es un complejo nuclear por que es determinante en la estructuración psíquica del sujeto. Si bien el mecanismo de represión arrastra al sujeto a una amnesia de lo acontecido (amnesia infantil sobre los primeros cinco años de vida) estas vivencias y su modo particular de intento de resolución determinarán una manera de vincularse con sí mismo y con el mundo.
A partir de la declinación del complejo de Edipo comienza a desarrollar un período denominado de "latencia". Durante su transcurso hasta la pubertad ocurre que, por efecto de la represión, hay una disminución notable de actividades y fantasías ligadas directamente a la sexualidad, pero si hay un predominio de sentimientos tiernos con sus relaciones objetales, aparecen también sentimientos de pudor, de asco e inquietudes relacionadas al aprendizaje, a lo moral y a lo estético. A este momento del desarrollo libidinal se lo denomina período y no fase porque en su transcurso no se produce una nueva organización de la sexualidad.