¿Qué consecuencias puede mencionar del cambio en nuestro estilo de vida después de la pandemia?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Desde que suena la alarma hasta que volvemos a poner el móvil sobre la mesilla, ya de noche, hay conductas que tendemos a repetir con fluidez y que nos facilitan la vida doméstica, laboral y de ocio.
Al despertarnos, solemos repetir un conjunto de acciones que nos hace el comienzo del día más agradable, y que nos ayudan a ser eficientes para dedicarnos a otras cosas más interesantes. En el trabajo, disponemos un entorno –incluyendo la taza de café al lado del teclado– que nos ayuda a superar el “rozamiento”, término empleado por la experta Wendy Wood, en el inicio de nuestras tareas diarias.
Entre un sitio y otro, los hábitos están también presentes: la conducción implica una serie de acciones repetidas que mejoran con la práctica. Respecto al ocio, la actividad física –salir a correr, ir al gimnasio, quedar con los amigos a jugar un partido–, tocar un instrumento o incluso la lectura son también conductas habituales que están profundamente incorporadas en nosotros.
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Y, de repente, nuestra segunda naturaleza ha visto sus cimientos sacudidos.
Explicación: