¿qué consecuencias para nuestro organismo puede tener el ingerir (tragar) un chicle? ¿existe alguna diferencia o ventaja con solo masticarlo? (sabiendo que los chicles se fabrican con resina sintética de plástico)
Respondan porfiis
Respuestas a la pregunta
Los chicles son pegajosos y elásticos. Puedes masticarlos durante horas, pero no verás ningún cambio en su tamaño. Es por esto por lo que se cree que permanecerá en el revestimiento del estómago e incluso provocará un bloqueo en el intestino. De hecho, nuestro cuerpo no puede digerir chicles, pero la idea de que permanecería en el tracto digestivo durante siete años no es cierta en absoluto. La goma base es insoluble, al igual que la fibra presente en verduras y semillas. Nuestros cuerpos no producen enzimas digestivas para romperlos y por eso permanece intacto incluso en nuestro estómago. Pero al igual que cualquier otro alimento que ingerimos, se mueve a través del sistema digestivo y se elimina del cuerpo a través de las heces.
¿Puede causar un bloqueo en el intestino?
Masticar chicle puede provocar un bloqueo del intestino, pero esto ocurre en casos muy raros. Si una persona traga una gran cantidad de chicle e incluso sufre el problema del estreñimiento, puede provocar un bloqueo intestinal. Esto ocurre principalmente en el caso de los niños y por las mismas razones se les desaconseja tragar chicle con frecuencia.
Ventajas
Una vez elegido el adecuado, observando muy bien que no tenga azúcar en su composición, es importante tener en cuenta que no se debe abusar de él. No es aconsejable masticar chicle más de 30 minutos al día, ni alargar el que tengamos en la boca más de 20 minutos, ya que a partir de entonces la goma pierde parte de sus propiedades adhesivas y disminuye así su capacidad de eliminar placa bacteriana.
Composición
Los chicles están compuestos de plástico (su base goma), resinas naturales y sintéticas, azúcar, suavizantes, colorantes y aromatizantes naturales y artificiales.
Los chicles que sí contienen azúcar fermentables, como la sacarosa no son recomendables para la salud dental. Este hidrato de carbono es el más peligroso, ya que las bacterias lo transforman muy fácilmente en ácidos, que inician la desmineralización y degradación de los tejidos dentales.