¿QUÉ CONSECUENCIAS NOS DEJA LA DIVISIÓN ENTRE UNOS Y OTROS?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Una de las experiencias más dolorosas y sangrantes que un cristiano sensible puede sufrir, es la división de su Iglesia o denominación. Un sentimiento que puede compararse al dolor que causa un divorcio, sobre todo para los hijos del matrimonio roto. En mi caso, supe lo que era una división muy pronto, cuando llevaba apenas un año caminando con Dios y la pequeña congregación a la que asistía, en un suburbio de Buenos Aires, se dividió. ¡Cuánto dolor! ¡Cuántas pérdidas irrecuperables! ¡Cuántos años costó la restauración! ¡Y qué humillante la fea cicatriz que nos quedó!
Cuando se produce una división, pasa como cuando estalla una guerra. Da igual si se concluye que la guerra es inevitable o incluso “justa”: el dolor y las pérdidas son tan grandes que al final nos lamentaremos siempre de no haber hecho lo suficiente para evitarla.
Quien haya pasado por esa mala experiencia, sabrá de lo que hablamos. Quien no… ¡bendito sea!, y que el Señor le guarde por siempre de tan dura prueba.
Tanto daño hace una división en el seno del Pueblo de Dios, que la Biblia está llena de admoniciones y advertencias en contra de ese mal, así como de exhortaciones implícitas o expresas a que los cristianos seamos “solíctos en guardar la unidad del Espíritu” (Efesios 4:3).
Cuando se produce una división, pasa como cuando estalla una guerra. Da igual si se concluye que la guerra era inevitable o incluso “justa”: el dolor y las pérdidas son tan grandes que al final nos lamentaremos siempre de no haber hecho lo suficiente para evitarla.
Sin embargo, una guerra no es igualmente dolorosa para todos. Para "los mercenarios" la guerra es un modo de vida, una profesión y un beneficio, por lo que van a la guerra con entusiasmo y sin importarle las terribles consecuencias para las vidas de las personas y para la paz de los pueblos. Incluso tienen un eufemismo para describir esas consecuencias: "daños colaterales".
Explicación:
Respuesta:
una de las apriensias mas dolorosa que sufrimos nosrtos y nuestros hijos