que ciudades quedaron dentro de los limites del imperio romano
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El territorio del Imperio Romano abarcaba tres continentes: sur y oeste de Europa, el oeste de Asia y el norte de África. Dentro de sus límites quedaron: Britania, Galia, España, Suiza, los países situados al sur del rio Danubio, Italia, Grecia, Turquía, Asia Menor y el norte de África
Explicación:
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Respuesta: Los principales limites fortificados durante el Imperio fueron los siguientes:
Reconstrucción de una torre de vigilancia romana en el Limes Germanicus (Alemania).
Muro de Adriano y Muro de Antonino en Britania.
Limes Germanicus: en las provincias de Germania Inferior y Germania Superior, siguiendo el curso del río Rin hasta las estribaciones de los Alpes. El Castillo de Saalberg (montaña de sal), al norte de Fráncfort, formaba parte del limes romano en una especie de provincia romana que penetraba hacia el este del Rin, con el fin de obtener sal en unos yacimientos cercanos del macizo del Taunus, en el Estado federado de Hesse. Varios castillos construidos por los romanos en esta zona aprovechan esta especie de cordillera o más bien, macizo, para penetrar hacia el este allende el Rin.
Limes Alutanus: en algunos tramos al norte del Danubio a su paso por Dacia y Panonia, que eran provincias del Imperio romano.
Limes Transalutanus: la frontera en el bajo Danubio.
Limes Moesiae: la frontera al este de Rumanía y Moldavia.
Limes Tripolitanus: separando el África romana de los territorios controlados por tribus bereberes en el Sáhara y la cordillera del Atlas.
Limes Arabicus: separando el territorio romano del desierto de Arabia, consistente en una cadena de fuertes construidos en los puntos de aguada, comunicado por una densa red de vías, para defender de las incursiones de los nómadas del desierto y proteger la llegada de las caravanas.
Limes oriental: apoyado en el curso del Éufrates, separando las provincias Siria y Capadocia del Imperio parto y, más tarde, del Imperio sasánida, formado por una cadena de ciudades y puestos fortificados controlando los puntos de aguada y los vados del río, con las fortalezas legionarias a retaguardia, a unos tres a cinco días de marcha.