qué características tiene el comercio y los servicios en América?
Respuestas a la pregunta
Dicho en otras palabras, el comercio es una actividad económica que consiste en el intercambio de bienes y servicios entre seres humanos, organizaciones o incluso países enteros. Es una de las dinámicas centrales para lograr la paz y la estabilidad de (y entre) los pueblos como lo es la defensa de sus respectivos intereses comerciales.
Es una actividad inherente a la especie humana y le ha acompañado desde tiempos remotos. Sin embargo, a medida que las poblaciones humanas crecieron, se hizo más complejo. Esto se debe a que los grupos aprendieron a producir distintos bienes y servicios, y se interconectaron.
A menudo también se usa el término comercio para referirse a las tiendas o locales de mercado en los cuales se venden, generalmente, bienes de consumo.
Ver además: Producto Interno Bruto
Origen del comercio
comercio
En los inicios del comercio, se intercambiaba el sobrante por otros bienes.
Como muchos otros aspectos de la cultura humana, el comercio surgió durante el período neolítico.
Fue entonces que los grupos humanos comenzaron a utilizar la agricultura.
Esta actividad económica propició el asentamiento de pueblos antiguamente nómadas o semi-nómadas (cazadores y recolectores, generalmente).
Una vez que fueron capaces de obtener su propia comida ya no necesitaron mudarse de sitio constantemente en busca de nuevos medios de subsistencia.
Pero en algunas ocasiones momento la cantidad de alimento producida excedía las necesidades de la población que la sembraba. Así podían intercambiar el sobrante por otros bienes provenientes de otras poblaciones.
El intercambio podía ser para obtener otros alimentos lo que permitió a esas sociedades tener una dieta más variada y convertirse en poblaciones más fuertes. Además, podían obtener a cambio de su producción servicios puntuales: protección, construcción, herramientas, etc.
Es decir que el comercio nació como la idea de intercambiar bienes deseados a cambio de un excedente en los disponibles, para el beneficio mutuo de los involucrados.
Historia del comercio
El comercio permitió que las comunidades humanas antiguas prosperaran, intercambiándose bienes y servicios para un mutuo beneficio. Inicialmente se basó en un sistema conocido como el trueque: el intercambio de mercaderías por otras directamente.
La dificultad del intercambio radicaba en que ambos elementos del intercambio debían tener el mismo valor. Para remediar este inconveniente se inventó el dinero, que inicialmente consistía en bienes de valía universal: granos de cacao, grumos de sal o determinado tipo de conchas marinas.
Por su valor indiscutido, eran aceptados por todos los comerciantes de una comunidad. Este método eventualmente condujo al uso del oro como valor universal y a acuñar las primeras monedas. Además, permitía almacenar valor, es decir, ahorrar en unidades no perecederas.
El dinero dependía de las comunidades específicas que lo aceptaban, y por fuera de ellas no tenía ningún valor. Por eso, a medida que las naciones prosperaron y se interconectaron, el comercio requirió de distintos tipos de monedas.
Las mismas estaban identificadas con la iconografía del gobierno de una nación. Por otro lado, los billetes solían llevarlas marcas de algún banco específico, ya que inicialmente eran notas de pago (pagarés).
Tipos de comercio
comercio internacional
El comercio exterior se rige por un código común internacional.
Existen distintos tipos de comercio, pero una primera distinción debe hacerse entre el comercio mayorista y el minorista:
Comercio mayorista. Conocido como “al mayor” o “al por mayor”. Generalmente implica la venta de grandes cantidades de mercancía, de las cuales el comprador no suele ser el consumidor final, sino un revendedor o un industrial que las empleará como materia prima de un proceso secundario que a su vez arrojará bienes comerciables.
Comercio minorista. Conocido como “al por menor” o “al detalle” o “al detal”. Generalmente es el intercambio entre el vendedor y un comprador que es también consumidor definitivo o final de la mercancía. En ese sentido, suele implicar la venta de artículos en pequeñas cantidades (o por unidades).