¿Qué características tenían los pintores sensoriales?, nombrar algunos.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Hay algo casi filosófico en torno al color. Una cuestión que en un mundo de videntes pasa desaperciba. ¿Cómo hace una persona que nace ciega para concebir aquellos aspectos del mundo que son puramente visuales? ¿Cómo figurar en la mente lo que no tiene dimensiones, ni textura, ni aroma?
A simple vista, algo tan abstracto pero real como el color parece inaccesible en el mundo de los no videntes. Pero hay un proyecto que se anima a iluminar sin palabras, a través de la “asociación sensorial”: una forma de hacer visible lo abstracto.
Marcela Cozzo tiene aire de artista, aunque es una ingeniera química y empresaria, que se desempeña como directora de Meycolor, una empresa que desde hace más de 20 años trabaja con el arte visual.
Para Marcela la fabricación de pintura artística ya es algo habitual, al punto que ha pensado en una forma de hacer de ésta una herramienta de expresión también para las personas ciegas. Es así que nace “Aromarte”, un proyecto que, a través del aroma y textura, permite a los no videntes identificar los colores y, de este modo, poder pintar.
Se trata de una invención que sirve de herramienta para aquellas personas que perdieron la visión de adultos; y que, a su vez, abre un nuevo universo a las que son ciegas de nacimiento y para quienes el color es parte de un ideal abstracto.
Explicación:
Respuesta:
Las cualidades estéticas son algunas de las propiedades que hacen valioso un objeto, en particular una obra de arte. [1]
Estas cualidades hacen referencia al aspecto exterior , del griego aisthetikós significa "perceptible" u "observable por los sentidos"). La literatura sobre cualidades estéticas distingue entre cualidades sensoriales, formales y vitales.
Las cualidades sensoriales son las propiedades que hacen agradable un objeto a los sentidos. Por ejemplo, la textura de un tejido, los colores de un cuadro, el brillo de una escultura o el timbre de un instrumento musical, contemplados al margen de cualesquiera otra consideración, son cualidades sensoriales. La apreciación de estas cualidades permite al contemplador juzgar el valor de las obras de arte aplicando un criterio sencillo (y discutible): si una obra produce placer es mejor que una obra desagradable.
Las cualidades formales se refieren a la manera como se combinan en un mismo objeto artístico los distintos elementos que lo componen. Así, en un poema, las palabras en cada una de las frases y cada frase en el conjunto del poema. En una pintura, los contrastes entre las figuras (si las hubiera) y el fondo. En una composición musical la combinación de sonidos y silencios y su desarrollo temporal. Suele decirse que una sabia combinación de orden y sorpresa, o de unidad y variedad, son cualidades formales positivas que caracterizan a las buenas obras de arte.
Finalmente, las cualidades vitales se refieren a las ideas, sentimientos o vivencias que transmite una obra de arte. No se trata de propiedades que puedan localizarse "físicamente" en la obra, sino que son vehiculadas por ella. En general, se considera que las obras capaces de sugerir más significados en el contemplador son más valiosas que las obras que sólo ofrecen una lectura plana y evidente.
Como es obvio, la apreciación de las cualidades estéticas de un objeto artístico depende de, por lo menos, dos factores: en primer lugar, las cualidades han de estar presentes en el objeto; en segundo lugar, el contemplador debe ser capaz de reconocerlas.
Explicación:
NO TE QUEJES DE QUE ESTA LARGO PORQUE TOME TIEMPO DE MI VIDA PARA CONTESTARTE.