¿Qué características tenía la sociedad francesa antes de su revolución?
¿Si estuvieras en el lugar del rey Luis XVI, menciona 5 acciones que hubieses tomado para evitar una revolución?
¿Qué reflexiones te llevas de esta primera parte de la Revolución Francesa?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
ExNacido como Luis Augusto de Francia (Louis Auguste de France), duque de Berry, fue el cuarto hijo del delfín Luis Fernando y María Josefa de Sajonia. La segunda esposa del delfín era hija de Federico Augusto III, rey de Polonia. En el momento de su nacimiento, su padre y su hermano Luis José Javier (nacido en 1751 y fallecido en 1761) le precedían en la línea de sucesión, por lo que nunca se creyó que llegara al trono. Sus otros hermanos fueron María Teresa (1746-1748), hija del primer matrimonio de su padre con María Teresa de España y fallecida a los dos años de edad; María Ceferina (1750-1755), fallecida a los cinco años; Javier María (1753-1754), fallecido al año de edad; Luis Estanislao (1755-1824), conocido como conde de Provenza (durante la Revolución se exilió y tras la caída de Napoleón subió al trono como Luis XVIII, iniciando así la Restauración); Carlos Felipe (1757-1836), conocido como conde de Artois (subió al trono como Carlos X, sucediendo a su hermano Luis XVIII); Clotilde (1759-1802), reina consorte de Cerdeña; e Isabel (1764-1794), conocida como Madame Isabel.
¿Qué reflexiones te llevas de esta primera parte de la Revolución Francesa?
-Escrita en forma de carta, quiere responder a las preguntas que un gentil hombre francés planteó al autor; pero la materia adquirió proporciones más amplias de lo previsto, hasta el punto de convertirse en verdadero tratado. La preocupación dominante del autor es la de mantener muy separado el proceso histórico que la libertad civil ha seguido en Francia, del que ha seguido en Inglaterra. Dicha preocupación llena toda la obra, hasta el punto de aparecérsenos como una continua sucesión de comparaciones entre ambas naciones. Se declara amantísimo de la libertad moralmente disciplinada; pero, más que la libertad, le interesa el «uso» que se haga de ella. La Revolución francesa le parece el acontecimiento más asombroso de la Historia: «todo parece fuera de la naturaleza en aquel extraño caos, donde se mezclan ligereza y ferocidad, revuelta confusión de delitos y locuras». Se lanza luego contra el principio de la soberanía popular y contra quienes afirman reconocerlo vigente en Inglaterra, donde el poder legítimo está únicamente basado sobre la norma que regula la sucesión al trono de conformidad con la Constitución. La misma revolución inglesa de 1688 sólo ha sido una significativa afirmación de dicho principio. La instauración de un «novus ordo» se le aparece como algo desagradable; los pretendidos «derechos del hombre».