¿Qué características debe
tener el suelo para producir
alimentos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las características de un suelo altamente productivo son buen contenido de materia orgánica (4%), buena estructura, un pH cercano a neutro, niveles adecuados de nutrientes, sin exceso de sales o metales que provoquen toxicidad, pero además, el suelo debe presentar una alta actividad biológica.
Respuesta:
Se estima que el 95% de nuestros alimentos se producen directa o indirectamente en nuestros suelos.
Los suelos saludables son la base del sistema alimentario. Los suelos sanos producen cultivos sanos que, a su vez, nutren a las personas y los animales. De hecho, la calidad del suelo está directamente relacionada con la calidad y cantidad de alimentos.
Los suelos proporcionan los nutrientes esenciales, el agua, el oxígeno y el soporte de las raíces que nuestras plantas productoras de alimentos necesitan para crecer y florecer. También sirven como un amortiguador para proteger las delicadas raíces de las plantas de las fluctuaciones drásticas de temperatura.
Un suelo sano es un ecosistema vivo y dinámico, repleto de organismos microscópicos y más grandes que realizan muchas funciones vitales, incluida la conversión de materia muerta y en descomposición, así como minerales en nutrientes de las plantas (ciclo de nutrientes); control de enfermedades de las plantas, plagas de insectos y malezas; mejorar la estructura del suelo con efectos positivos para el agua del suelo y la capacidad de retención de nutrientes y, en última instancia, mejorar la producción de cultivos. Un suelo sano también contribuye a mitigar el cambio climático manteniendo o aumentando su contenido de carbono.
En otras palabras, y de manera resumida un suelo sano y de alta calidad:
1)Buena labranza del suelo.
2)Profundidad suficiente.
3)Suministro de nutrientes suficiente, pero no excesivo.
4)Pequeña población de fitopatógenos y plagas de insectos.
5)Buen drenaje del suelo.
6)Gran población de organismos benéficos.
7)Baja presión de malezas.
8)Sin productos químicos ni toxinas que puedan dañar el cultivo