Historia, pregunta formulada por yarithgomez5, hace 1 año

Qué característica presenta la población urbana en Colombia y qué factores han generado su crecimiento, ¡por favor ayuda!

Respuestas a la pregunta

Contestado por santiagobastidas2477
2

Respuesta:

hay esta parce saludos de ecuador

Explicación:

Resumen:

La dinámica de urbanización y crecimiento de la ciudad latinoamericana obedece a diversos factores geográficos, económicos y sociales. Uno de los aspectos que ha permitido ampliar la disponibilidad de recursos para el proceso de expansión urbana es el crecimiento del comercio internacional, debido a que facilita la importación y disponibilidad de bienes desde cualquier lugar del mundo, consolida a las ciudades como grandes mercados y las hace cada vez más atractivas; ello incide en su proceso de expansión. Con base en el enfoque de la sostenibilidad urbana y a partir de la revisión bibliográfica y la consulta de datos de organizaciones internacionales, este artículo presenta relaciones entre el incremento del comercio internacional y su efecto en el incremento del consumo de bienes y el proceso de urbanización. En la discusión de resultados se establece que la mayor disponibilidad de bienes y servicios (flujos de materia y energía) acelera el proceso de metabolismo de las ciudades y afecta negativamente su calidad ambiental por emisiones y residuos.

Palabras clave

crecimiento urbano, metabolismo urbano, comercio sostenible, seguridad, sostenibilidad urbana, política urbana.

Contestado por regarena93
2

Respuesta:

Espero te sirva:

Explicación:

La población colombiana se caracteriza por estar concentrada en la zona urbana. De cada 100 personas, 74 viven en grandes ciudades o en cabeceras municipales y sólo 26 en la zona rural.. el 31% de los colombianos es menor de 15 años, el 62 por ciento tiene entre 15 y 64 años. En Colombia por cada 100 mujeres hay 91 hombres; es decir, que ellas representan más de la mitad de la población del país, siendo la zona urbana la que concentra mayor número de mujeres. Cada persona al nacer tiene una esperanza de vida de 72.2

El territorio colombiano tuvo una profunda transformación en el siglo XX: predominantemente rural, con baja densidad, pequeñas ciudades difícilmente comunicadas entre sí y poco jerarquizadas en la década de 1930; en plena transición demográfica, con un proceso masivo de urbanización en el que las regiones del país crecieron alrededor de los departamentos de Atlántico, Bogotá, Valle y Antioquia, y sus capitales fueron los centros naturales en torno a los cuales se desarrollaron las principales actividades económicas, sociales y político administrativas del país en los años sesenta, con una primacía creciente de Bogotá, sobre todo en el plano económico, durante el decenio de 1990.

Colombia pasó de ser un país rural a uno predominantemente urbano. En el censo de 1938, la población urbana era menos de la mitad de la población del país y, en 1993, casi el 30% vivía en la zona rural. Fue en la década de 1960 cuando el país realizó su transición de mayoría rural a mayoría urbana. La actual metropolización de Colombia no obedece a la misma lógica de los años sesenta, cuando prevalecían el crecimiento demográfico acelerado, la industrialización, las migraciones rural-urbanas, que privilegiaron a cuatro ciudades. Actualmente, inciden en la primacía de Bogotá el cambio en el mejoramiento del transporte y de las comunicaciones, así como el desarrollo de grandes empresas de servicios, del sector financiero, del comercio y de los supermercados (terciario superior);, y el fortalecimiento del sector público.

Las teorías económicas plantean que la descentralización podría servir como medio para alcanzar la desconcentración y la redistribución de la población. En el caso colombiano, es necesario tener en cuenta que —si bien hay administración descentralizada y las grandes ciudades se dividen en unidades administrativas menores (alcaldías, localidades, comunas);— los departamentos son unidades administrativas para un número limitado de programas y no cuentan con poder legislativo ni con facultades de aplicación de impuestos. Tampoco hay desarrollo industrial en zonas distintas a los principales centros comerciales, industriales y administrativos y, finalmente, las dependencias principales del gobierno central están en la ciudad capital.

El crecimiento del nivel de urbanización del país ha tenido un efecto directo en la migración interna, la que a su vez ha sido gatillada por la mecanización de la agricultura, la concentración de la propiedad rural y el escaso dinamismo del sector agrícola tradicional. Es decir, las ventajas comparativas sociales y económicas entre el campo y la ciudad, así como entre las áreas menores y las grandes capitales, incidieron en los comportamientos migratorios, sus variaciones espacio-temporales y sus características específicas. En Colombia, la migración se caracteriza por ser joven, femenina, de corta distancia y porque las cuatro cuencas migratorias existentes tienen como destino final las cuatro grandes capitales.

La migración del campesinado no ha estado acompañada por un proceso de industrialización que absorba mano de obra. Sobre un modelo de poder y de propiedad semifeudal se impuso un modelo desregulado y abierto, que no sólo enfrentó a las economías campesinas e indígenas con la gran agricultura y ganadería nacionales, sino que también con la mundial, con el capital financiero y los megaproyectos e inversiones transnacionales. Esto empobreció a amplias capas medias y populares, y especialmente a los campesinos.

En el plano rural, la tendencia de los últimos años apunta a la concentración de la propiedad, a la fragmentación de los predios pequeños, a la disminución en la oferta de alimentos y materias primas y al aumento de las importaciones. Los campesinos deben competir con productos altamente subsidiados y, de acuerdo con los resultados de las últimas encuestas agrarias, mientras la agricultura pierde espacio, la ganadería sigue ganando peso. En Colombia, hay nueve millones de hectáreas aptas para la agricultura, pero se utilizan sólo cinco millones. Por el contrario, hay 19 millones aptas para la ganadería y se utilizan 40 millones; sólo cinco millones de ellas tienen pastos mejorados y el resto se trabaja en régimen extensivo.

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