Que caracteristica ala politica de planificacion de la india
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7.000 millones de personas viven en el mundo y cada año somos 73 millones más, a pesar de nuestra incapacidad de alimentar a la población actual. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 18% de la población mundial pasa hambre, el equivalente al número de habitantes de China.
Precisamente en la India, donde se producen 51 nacimientos por minuto, la ONU estima que un tercio de la población vive bajo el umbral de la pobreza. “En los países considerados desarrollados el número de hijos por familia ha decrecido sustancialmente, pero en los países en vías de desarrollo el control de la población está todavía descontrolado”, afirma el Dr. Bala, Director del Hospital de Kalyandurg de la Fundación Vicente Ferrer (FVF). “A día de hoy, podríamos decir, que las técnicas de planificación familiar son una necesidad nacional en la India”, añade el director. Pese a los esfuerzos por disminuir la tasa de natalidad del país, la ONU afirma que la India será en 2025 el país más poblado del planeta, con 1.460 millones de habitantes.
Hace 20 años, en Anantapur, la media de hijos por familia era de ocho. Actualmente se ha reducido a dos o tres. Hay tres factores que han sido decisivos para hacer descender esta cantidad. En primer lugar, el aumento de la edad de los matrimonios, sobre todo en las zonas urbanas, a pesar de que más de la mitad de mujeres indias sigue casándose antes de los 18. En segundo lugar, la reducción de la mortalidad infantil, aunque aún permanece en niveles no aceptables, dado que uno de cada 20 niños muere antes de cumplir un año. Y por último, el acceso a los sistemas de anticoncepción.
Los métodos anticonceptivos son de dos tipos, los temporales y los permanentes. “En los temporales es en los que India saca la peor nota. No están nada extendidos ni los preservativos, ni las píldoras, ni otros sistemas como el DIU. Es básicamente un tema cultural: no se concibe el hecho de utilizarlos dentro del matrimonio”. En cuanto a los sistemas permanentes, como la ligadura de trompas mediante laparoscopia, el Dr. Bala considera que “los servicios deberían mejorar todavía mucho en calidad y seguridad para las mujeres”. La Fundación cuenta actualmente con cuatro centros de planificación familiar, donde se realiza la laparoscopia a las mujeres que desean finalizar su etapa reproductiva. Además, se realizan campañas de concienciación en los pueblos y en los colegios, a jóvenes y adultos.
Más allá del control de la natalidad
Gandhi decía que “el mundo es suficientemente grande para satisfacer las necesidades de todos, pero siempre será demasiado pequeño para satisfacer la avaricia de algunos”. Y es que “podemos controlar la población, pero si no distribuimos nuestros recursos de una manera equitativa, nunca podremos solucionar la pobreza. En la India hay tierras sin cultivar, hay alimentos, hay agua… pero están en manos de unos pocos”, cuenta Anna Ferrer, Directora Ejecutiva y Presidenta de la FVF. “Desde hace 42 años empoderamos a dálits y tribales para que reclamen lo que les pertenece a las autoridades. Cuando se les da una pequeña parcela, nosotros se la acondicionamos para el cultivo, y les damos árboles frutales para que planten en ella. Este es el reparto real de la pobreza”, añade.
Precisamente en la India, donde se producen 51 nacimientos por minuto, la ONU estima que un tercio de la población vive bajo el umbral de la pobreza. “En los países considerados desarrollados el número de hijos por familia ha decrecido sustancialmente, pero en los países en vías de desarrollo el control de la población está todavía descontrolado”, afirma el Dr. Bala, Director del Hospital de Kalyandurg de la Fundación Vicente Ferrer (FVF). “A día de hoy, podríamos decir, que las técnicas de planificación familiar son una necesidad nacional en la India”, añade el director. Pese a los esfuerzos por disminuir la tasa de natalidad del país, la ONU afirma que la India será en 2025 el país más poblado del planeta, con 1.460 millones de habitantes.
Hace 20 años, en Anantapur, la media de hijos por familia era de ocho. Actualmente se ha reducido a dos o tres. Hay tres factores que han sido decisivos para hacer descender esta cantidad. En primer lugar, el aumento de la edad de los matrimonios, sobre todo en las zonas urbanas, a pesar de que más de la mitad de mujeres indias sigue casándose antes de los 18. En segundo lugar, la reducción de la mortalidad infantil, aunque aún permanece en niveles no aceptables, dado que uno de cada 20 niños muere antes de cumplir un año. Y por último, el acceso a los sistemas de anticoncepción.
Los métodos anticonceptivos son de dos tipos, los temporales y los permanentes. “En los temporales es en los que India saca la peor nota. No están nada extendidos ni los preservativos, ni las píldoras, ni otros sistemas como el DIU. Es básicamente un tema cultural: no se concibe el hecho de utilizarlos dentro del matrimonio”. En cuanto a los sistemas permanentes, como la ligadura de trompas mediante laparoscopia, el Dr. Bala considera que “los servicios deberían mejorar todavía mucho en calidad y seguridad para las mujeres”. La Fundación cuenta actualmente con cuatro centros de planificación familiar, donde se realiza la laparoscopia a las mujeres que desean finalizar su etapa reproductiva. Además, se realizan campañas de concienciación en los pueblos y en los colegios, a jóvenes y adultos.
Más allá del control de la natalidad
Gandhi decía que “el mundo es suficientemente grande para satisfacer las necesidades de todos, pero siempre será demasiado pequeño para satisfacer la avaricia de algunos”. Y es que “podemos controlar la población, pero si no distribuimos nuestros recursos de una manera equitativa, nunca podremos solucionar la pobreza. En la India hay tierras sin cultivar, hay alimentos, hay agua… pero están en manos de unos pocos”, cuenta Anna Ferrer, Directora Ejecutiva y Presidenta de la FVF. “Desde hace 42 años empoderamos a dálits y tribales para que reclamen lo que les pertenece a las autoridades. Cuando se les da una pequeña parcela, nosotros se la acondicionamos para el cultivo, y les damos árboles frutales para que planten en ella. Este es el reparto real de la pobreza”, añade.
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