que cambios tiene una planta a la sombra y la otra al sol despues de 1 semana?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Las plantas crecen de manera plástica según la luz del sol, siendo capaces de ajustar su forma y tamaño de sus hojas para maximizar la tasa de crecimiento mientras minimizan la pérdida de agua.
Esta capacidad plástica, presente en todos los organismos vivos, tiene un alcance máximo en la especie humana, estando el cerebro sin duda detrás del enorme éxito de nuestra especie.
Esta inusitada característica de los humanos podría permitir nuevas maneras de organización social y revertir el actual dominio egoísta de unos pocos individuos, altamente favorecido por la globalización.
Las plantas crecen y se reproducen gracias a la luz. Seguramente por ello una planta tiene la capacidad de crecer ajustando su forma y crecimiento a la cantidad y calidad de la luz incidente. Pero utilizar la luz para fabricar su fuente de energía, los azucares, no es gratuito. Hojas más grandes favorecen una mayor síntesis de azúcares mediante fotosíntesis, pero también implican un mayor esfuerzo en transporte e incrementan el consumo de agua. Esta pérdida de agua es necesaria para permitir la absorción y movilidad de nutrientes, que ascienden desde el suelo a través de las raíces y el tallo, gracias también a la energía solar que activa un mecanismo a modo de bomba de succión. El necesario balance entre esta fabricación de azúcares y el transporte y pérdida de agua, ha sido seguramente la causa de que muchas plantas crezcan de manera plástica, incrementando el tamaño de las hojas cuando la luz es escasa y el agua no es limitante (en la sombra); y al contrario, disminuyendo el tamaño de las hojas cuando la luz es excesiva y el agua escasea (en el sol). Esto último permite a las plantas mantenerse vivas aunque al precio de hacerlo con una menor tasa de crecimiento. Este proceso por el cual un individuo ajusta su forma y función a las condiciones ambientales de un determinado momento y lugar se conoce como plasticidad fenotípica y es ubicuo en los seres vivos.
ivas que llevó al desarrollo del lenguaje en humanos y, en general, a la evolución de un cerebro capaz de procesar información y tomar decisiones que involucran grandes niveles de complejidad; es decir, la evolución de la inteligencia.
No podemos negar que los humanos poseemos un cerebro único en el reino animal, lo cual nos permite hacer grandes cosas, de las cuales quizás la más destacable sea la alta capacidad de adecuar (o modificar) el entorno a nuestras necesidades. Esta adecuación del entorno y la evolución de dicha capacidad es lo que conocemos con el nombre de construcción del nicho y cuando dicha adecuación afecta directa o indirectamente a otros organismos hablamos de ingeniería del ecosistema. Es obvio que los humanos somos los ingenieros del ecosistema con mayor alcance en el planeta. Seguramente nuestro cerebro y la gran capacidad plástica que nos proporciona, esté detrás del gran éxito de nuestra especie, tal y como se ha demostrado en aves por ejemplo. Pero, dado que la selección natural actúa sobre todo a nivel de individuo (favoreciendo a unos individuos respecto a otros) ¿podemos decir que realmente estamos cambiando nuestro ambiente de tal manera que se pueda garantizar el futuro de nuestra especie? o ¿realmente estamos llegando al borde del colapso?
Lo que sí sabemos es que el cerebro de relativamente pocos humanos domina fuertemente el ambiente del resto de individuos de su especie, y que a pesar de que seguramente hay muchísimas personas con altos niveles de inteligencia (en cualquiera de sus acepciones) que están fuera de esta “clase dominante”, el ambiente Global del Planeta está dirigido por los primeros. La preocupación por el medio ambiente y el resto de la población humana pasaría así a un segundo plano, siendo el incremento de la riqueza de estos individuos, y la de sus súbditos más directos, lo que controla en gran medida la dinámica mundial. Esto es simple y llanamente lo que predeciría la selección natural y el darwinismo, por lo que parecería que en ese aspecto no somos diferentes a otros seres vivos. Sin embargo, lo que emerge de todo lo anterior es que existe una sombra alargada y siniestra que se cierne sobre el Planeta en su conjunto (un patrón sin precedentes causado por la globalización) ante la que no es fácil acomodarse. Esta sombra tiene un nombre: los mercados financieros, que controlarían no solamente los recursos, sino la información que llega al resto de humanos, lo cual mina nuestra capacidad plástica de reacción. Afortunadamente, estamos empezando a ver la luz del Sol y los cerebros pensantes de millones de personas están empezando a organizarse contra estas pocas personalidades ultra-egoístas.
dame coronaaaa :)
La fotosíntesis es el proceso por el cual las plantas convierten la energía de la luz solar en energía química en forma de azúcares. Estas azúcares son utilizadas por las plantas para crecer y funcionar, así como como alimento para animales y humanos que las comen.
Las plantas crecen en entornos donde la disponibilidad de luz fluctúa de forma rápida y drástica, por ejemplo, a partir de la sombra de las nubes que pasan por encima o de las hojas de los árboles que soplan en el viento.
Por lo tanto, las plantas tienen que ajustar rápidamente la fotosíntesis para maximizar la captura de energía mientras se evita que el exceso de energía cause daños. Entonces, ¿cómo evitan las plantas que estos cambios en la intensidad de la luz afecten su capacidad de cosechar la energía que necesitan para sobrevivir? La respuesta tiene que ser extremadamente rápida. Un equipo de investigadores dirigido por Ute Armbruster de Carnegie y Martin Jonikas reveló un mecanismo por el cual las plantas mantienen una alta eficiencia fotosintética en la luz fluctuante. Su trabajo se publica en Nature Communications..
La cuestión de cómo se mantiene la eficiencia fotosintética afecta a las plantas de las que dependen los humanos, incluidos los cultivos e incluso los bosques, por lo que responder a esta pregunta tiene implicaciones prácticas para mejorar la productividad agrícola.