Geografía, pregunta formulada por lorenazabaleta39, hace 6 meses

Que cambios se produjieron en la zona productiva de la pampa​

Respuestas a la pregunta

Contestado por fatimarosagil30
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Respuesta:

La desregulación de los años ’90, la devaluación de inicios del siglo XXI y el incremento en los precios internacionales de los cereales, y sobre todo de la soja, modificaron el escenario de la producción agraria argentina. Fortalezas y debilidades de este fenómeno.

Licenciado en Economía FCE - UBA. Doctorando en Economía UBA. Investigador del CENDA

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La producción agrícola típicamente pampeana durante los años noventa

El inicio de los años noventa marcó el comienzo de profundas transformaciones en el sector agropecuario argentino. En tales cambios incidieron las medidas de política económica que constituyeron el Plan de Convertibilidad, así como también otras –con la misma orientación general– específicas al ámbito de la producción sectorial.

En el funcionamiento del sector agropecuario tuvo especial incidencia en particular el megadecreto 2284 de 1991 que dispuso una desregulación general de los mercados de productos agropecuarios y agroindustriales, y eliminó entidades reguladoras tales como la Junta Nacional de Granos, la Junta Nacional de Carnes, la Dirección Nacional del Azúcar, entre otras. El mismo decreto también eliminó en forma generalizada los sistemas de cuotas de producción o de precios sostén para la actividad agropecuaria. Los cambios en los marcos normativos que regulaban el funcionamiento del sector tuvieron un cariz drástico, pues en realidad lo que generaron fue una nueva regulación (o desregulación) bajo la premisa del laissez faire.

En este contexto general, a lo largo de los años noventa el producto bruto agropecuario en su conjunto –a precios constantes– creció a una tasa anual promedio del 3,1% entre 1993 y 2000, pero con significativas diferencias al interior del sector. Estas diferencias se evidenciaron tanto entre las distintas producciones como entre los distintos estratos de productores.

En el aspecto productivo, por un lado, la producción agrícola mostró un franco crecimiento, mientras que la ganadería tuvo un comportamiento disímil; por ejemplo, el stock de ganado vacuno se redujo y el faenamiento cayó a razón del 0,5% anual. Pero a su vez, entre las producciones agrícolas, las pampeanas tuvieron un desempeño distinto al de las extrapampeanas. Las primeras tendieron a crecer, las segundas tuvieron altibajos. A modo de ejemplo, la caña de azúcar apenas creció un 1,1% anual, la producción de manzanas cayó a un 0,4% anual promedio y la de naranjas aumentó un 3,5% anual.

La evolución de la producción agrícola típicamente pampeana (ya sea que se realiza en la región pampeana o no) clasificada por cultivos también mostró grandes diferencias, destacándose el incremento de la producción de soja. Esta creció durante toda la década de los noventa a una tasa anual promedio del 9,5%, muy superior al valor promedio del crecimiento sectorial. La soja pasó a representar, al final de la década de los noventa, el 40% del total de la producción de cereales y oleaginosas del país.

De esta forma, en los años ’90 se tornó sumamente visible el proceso de sojización iniciado a principios de los años setenta. La sistemática mayor rentabilidad que presentó este cultivo en comparación con las otras producciones y la ausencia de mecanismos estatales equilibradores o de compensación, explican la vertiginosa expansión de la soja en esa década. Esta mayor rentabilidad, a su vez, estuvo facilitada por la incorporación de las semillas transgénicas de soja, que permitieron reducir los costos de tal producción. De esta forma, la adopción masiva de este cambio tecnológico aceleró el proceso de sojización que ya se venía dando.

El gráfico Nº 1 permite observar el proceso de sojización –entendido en su primer sentido más llano como incremento sostenido de la producción de soja– a partir del sostenido aumento de la superficie destinada a dicho cultivo. En efecto, el aumento de la producción de esta oleaginosa se dio principalmente mediante el incremento de la superficie destinada a su cultivo. De esta forma, se sustituyeron otras producciones o destinos de la tierra. Por ejemplo, se redujeron las áreas dedicadas al cultivo de frutales en la zona ribereña de la región pampeana, a la actividad tambera en las provincias de Santa Fe y Córdoba, a la ganadería vacuna, a la producción de avena, lentejas y ganado porcino en la provincia de Buenos Aires. Pero la producción de soja también se expandió como actividad a otras provincias extrapampeanas, destacándose Chaco, Salta y Santiago del Estero. Así, hubo un considerable aumento de producciones típicamente pampeanas en otras regiones. Vale destacar que si bien ello aparenta una homogenización de la producción, lo cierto es que los rendimientos han mostrado en muchos casos diferencias demasiado significativas.

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