Qué cambios provocará, según la profecía, la venida del Mesías? Cómo se cumplen esos cambios con Jesús?
Respuestas a la pregunta
Explicación:
Isaías 9 contiene otra profecía conocida sobre la venida de Jesucristo. El versículo 1 describe la parte norte del Reino del Norte de Israel, que era la primera zona que atacaban las naciones como Asiria, procedentes del norte. Isaías profetizó que esa región, llamada Galilea, no siempre estaría en dificultades y prometió que Dios les enviaría luz y gozo mediante el nacimiento de un niño que quebraría “su pesado yugo” (vers. 4) y que se llamaría “Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz” (vers. 6). Todos esos nombres se refieren al Mesías, el Rey de reyes, y la profecía se cumplió casi en su totalidad cuando Jesús pasó la mayor parte de su ministerio terrenal en esa región de Galilea (véase Mateo 4:12–16). La profecía continúa cumpliéndose a medida que el gobierno, o ley, de Jesucristo continúa expandiéndose eternamente al aceptarlo las personas como su Rey y hacerse merecedoras de las bendiciones de la vida eterna (véase el vers. 7).
Respuesta:
Explicación:
Isaías 9 contiene otra profecía conocida sobre la venida de Jesucristo. El versículo 1 describe la parte norte del Reino del Norte de Israel, que era la primera zona que atacaban las naciones como Asiria, procedentes del norte. Isaías profetizó que esa región, llamada Galilea, no siempre estaría en dificultades y prometió que Dios les enviaría luz y gozo mediante el nacimiento de un niño que quebraría “su pesado yugo” (vers. 4) y que se llamaría “Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz” (vers. 6). Todos esos nombres se refieren al Mesías, el Rey de reyes, y la profecía se cumplió casi en su totalidad cuando Jesús pasó la mayor parte de su ministerio terrenal en esa región de Galilea (véase Mateo 4:12–16). La profecía continúa cumpliéndose a medida que el gobierno, o ley, de Jesucristo continúa expandiéndose eternamente al aceptarlo las personas como su Rey y hacerse merecedoras de las bendiciones de la vida eterna (véase el vers. 7).