que cambios huvo en la demografia en ecuador en el siglo 20
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Respuesta:
El censo de mitad del s. XX en Ecuador, auspiciado por el sistema interamericano, introdujo una nueva mirada a la administración de la población; fue visto como la fuente de información necesaria para predecir los comportamientos de los grupos indígenas y para el diseño de intervenciones estatales. El proceso, sin embargo, revela dos interesantes efectos: de un lado, una paulatina reducción de lo social y, de otro, su incapacidad para predecir el comportamiento indígena. De esta manera, al tiempo que los censos de este período inauguran una nueva modalidad de intervención estatal en el campo de la protección social indígena, el estado ecuatoriano se vio obligado a generar etnografías y estudios locales y a negociar con esta población la implantación de sus nuevos programas de desarrollo comunitario.
Hacia mediados del s. XX se realizaron censos nacionales en las Américas, incluido Ecuador, que, bajo el auspicio del sistema interamericano, respondieron a acuerdos para homogenizar los procedimientos para el registro de la población. Este artículo explora el censo de 1950 en Ecuador, visto como una tecnología estatal que reconoció a la población indígena. Los censos no sólo son procedimientos para la formación de las naciones como lo propone Anderson (1991 [1983]), sino mecanismos estatales de creación de identidades para clasificar, ordenar y, fundamentalmente, administrar a la población (Foucault, 1991); son, en suma, eventos esencialmente políticos (Angosto Ferrández y Kradolfer, 2012). El censo intenta hacer legible y predecible a una población y, al mismo tiempo, busca orientar su administración. Desde esta perspectiva, este artículo destaca las miradas ‘desde arriba’ provistas por el empadronamiento y en las cuales la población aparece agrupada en familias, con el propósito de reflexionar sobre el papel del censo en la construcción de los estados y en las intervenciones estatales en los grupos indígenas. Esta operación estatal muestra un doble movimiento: por un lado, la domesticación de la población en general e indígena en particular; y, por otro, la incorporación de una mirada probabilística a la gestión estatal de lo social.
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