¿Qué buenas y qué malas experiencias humanas
vivió Denis Blaho?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1.1 Las experiencias de vida de Denis Blaho
Denis Blaho nació en la ciudad Bojnice (Eslovaquia). La enfermedad
cardiaca que padecía y el alcoholismo de su padre lo convirtieron en
un joven solitario. Dejó de creer en Dios y durante once años buscó el
sentido de su vida en todo tipo de religiones y sectas:
«La Iglesia no me daba respuestas suficientes y necesitaba algo más
profundo. (…) El método de autoayuda Silva (para el control de la
conciencia), las prácticas de parapsicología, medicinas alternativas,
reiki, psicotrónica, yoga, artes marciales (como el taichí y el chikung),
y además, la hipnosis y las técnicas de meditación de variadas
escuelas budistas».
También se integró en Nueva Era para tener poderes de curación y
adivinación. Allí se creyó todo lo que le decían, pero descubrió que le
habían engañado. Su enfermedad se agravó, se arruinó, intentó suicidarse
y cayó en una profunda depresión:
1 «Frecuenté bares, jugué con las mujeres, bebí alcohol y consumí drogas.
(…) Estaba cayendo más y más en la oscuridad a una velocidad
tremenda. (…) Los médicos dijeron que era incurable».
Una noche, se encontró con Anka, una antigua amiga: «Ella tenía problemas
similares a los míos y nadie había sido capaz de ayudarla.
Pero parecía feliz, tenía calma en sus ojos. ¡Sin gurús, curanderos o
médicos, me confidenció que había sido ayudada por Jesús! (…) En
ese bar cuando yo la reprochaba resistiéndome, ella guardó silencio
y de pronto, tranquila, comenzó a orar por mí. El amor y el poder de
Dios comenzaron entonces a descender como si alguien estuviese
derramando miel o aceite en la parte superior desde mi cabeza por
todo mi cuerpo. (…) Ella me miró, sorprendida, y me dijo: “Denis, Dios
te está tocando”».
Después, Denis dijo a Dios: «Si Tú estás ahí, por favor, dame pruebas
de que Anka dice cosas verdaderas sobre ti. Esta noche quiero creer,
pero solo no soy capaz de hacerlo. Ayúdame a hacer algo, porque mi
vida no es vida en estos momentos».
Después, lloró, sintió un fuego interior que lo purificaba y escuchó dos
palabras que le cambiaron la vida: «Te amo». Denis replicó: «¿Cómo
puede alguien todavía amarme?», y nuevamente la voz le habló en su
interior: «Te recibo con amor, pues morí por ti».
A partir de esta experiencia cristiana, encontró el sentido de su vida.
Hoy es cristiano y da testimonio de su experiencia con Jesucristo:
«Soy testigo de su amor. Mi mayor deseo y pasión es hablar de Jesús…
darlo a conocer como el ser más maravilloso del universo, como
Salvador personal, doctor, libertador, amigo y padre. Me deleito al
ver a la gente construir una relación personal con Dios a través de
Jesucristo»