Historia, pregunta formulada por takuamorinfinito21, hace 3 meses

¿Qué aspectos se abordan en un testimonio?

Respuestas a la pregunta

Contestado por anonymus222222222
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Respuesta:

Por Psicología del testimonio entendemos el conjunto de conocimientos que basados en los resultados de las investigaciones de los campos de la Psicología Experimental y la Psicología Social, intentan determinar la calidad (exactitud y credibilidad) de los testimonios que sobre los delitos, accidentes o sucesos cotidianos, prestan los testigos presenciales.

Como fácilmente puede comprenderse, el testimonio de los testigos se basa, principalmente, en la capacidad de su memoria (efectivamente, no todos recordamos con la misma facilidad las cosas, a las personas o los acontecimientos). La memoria humana, no obstante, hemos de tener presente que no funciona como un vídeo doméstico que graba (es decir, codifica) y muestra imágenes y sonidos (decodifica) con exactitud y tantas veces como se desee. La memoria humana es activa y codifica y decodifica información en función de su relevancia, del material que ya contiene, de experiencias pasadas, se vale de estereotipos, es maleable, y, en definitiva, se ve afectada por el paso del tiempo.

Más aún, si bien se atribuye una exactitud del 100 por 100 para reproducir lo sucedido a una grabación en vídeo, sólo erróneamente podemos afirmar que esto ocurre así en el caso del testimonio de testigos. Efectivamente, aún cuando hay personas que piensan que si un testigo presencial no declara sobre lo sucedido es porque no tiene voluntad de hacerlo, o si declara erróneamente es por su intención de engañar; es muy cierto que los testigo habitualmente -y actuando de buena fe- cometen errores de omisión y de comisión.

Todo esto conduce a que, cuando hablamos de la calidad de los testimonios de los testigos, debamos referirnos a dos aspectos íntimamente relacionados: (i) la exactitud de testigos y testimonios, y (ii) la credibilidad de testigos y testimonios.

Areas de investigación

La investigación realizada en el campo del testimonio ha tenido, desde sus orígenes, una orientación claramente aplicada (Diges y Mira, 1983). No obstante, la investigación básica desarrollado se ha ocupado de discernir como adquiere, organiza, guarda y recupera información un testigo, aunque normalmente ha sido desarrollada en condiciones de laboratorio con problemas de validez ecológica (Patterson, 1978; Mira y Diges, 1984).

Cuando se ha valorado la credibilidad de testigos y de sus testimonios, la investigación se ha ocupado sobre todo de cómo tomar declaración a los testigos de manera tal que se afectará, durante el interrogatorio, lo menos posible a su recuerdo de los hechos. De este modo, los autores se han ocupado, primero, por describir hasta qué punto los testimonios pueden ser inexactos en función de las condiciones de iluminación (Kuehn, 1974; Wells, 1978), sexo, edad o profesión del testigo (Clifford y Bull, 1978) y violencia del suceso (Clifford y Scott, 1978; Clifford y Hollin, 1981); y, en segundo lugar, por desarrollar procedimientos de toma de declaración que garanticen el máximo de exactitud de los testimonios (e.g. la entrevista cognitiva (Fisher y Geiselman, 1988); desarrollar sistemas de recuerdo de caras para apoyar la labor policial (Davies, 1982; Ellis, 1982); sugerir medidas que garanticen las medidas de imparcialidad en los reconocimientos mediante ruedas (Malpass, 1981; Malpass y Devine, 1981; Shepherd, Ellis y Davies, 1982, Muldin y Laughery, 1981); y estudiar cómo obtener testimonios útiles en los casos de testigos invidentes (Clifford, 1983; Bull y Clifford, 1984), toda vez que E. Loftus había demostrado la influencia negativa que sobre el testigo puede ejercer quien lo interroga (Loftus y Palmer, 1974; Loftus y Zanni, 1975; Loftus 1979).

Cuando se ha estudiado el testimonio desde la óptica de su credibilidad ante observadores (policías y jueces habitualmente), tres son las áreas estudiadas: (i) las creencias comunes sobre la capacidad de memoria de los testigos (Loftus, 1979); Yarmey y Jones, 1983; Mira y Diges, en prensa), (ii) cómo se estima la credibilidad de un testigo y su testimonio (Wells y Lindsay, 1983), y (iii) cómo diferenciar testimonios ciertos de autogenerados (p.e. en base al concepto de «observación de la realidad» (Johnson y Raye, 1981; Undeutsch, 1982; Schooler, Gerhard y Loftus, 1986).

Situación actual a nivel nacional e internacional

Explicación:

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