qué aspectos hacen que el trabajador de una fábrica de pobreza considerando las apreciación espero textos anteriores
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. Visión general: los dividendos
del trabajo decente
La persistencia de la pobreza es una lacra moral de nuestro tiempo.
Aunque hay algunos síntomas de progreso, no deja de ser cierto que nunca
hemos visto tanta riqueza a la vez que tantos siguen viviendo en la más abyecta pobreza. Vision general: los dividendos del trabajo decente
La pobreza es una realidad compleja, de raíces profundas y generalizada. Prácticamente la mitad de la población mundial vive con menos de
2 dólares al día, y más de 1.000 millones disponen de 1 dólar como mucho al
día. Más grave todavía es lo que las estadísticas no pueden medir: la pobreza
engendra en el individuo un sentimiento cada vez más acentuado de impotencia e indignidad, de no ser capaz de pensar, de planear o de soñar, más
allá de la lucha diaria por la mera supervivencia.
Para los individuos la pobreza es una pesadilla, es un círculo vicioso de
mala salud, capacidad de trabajo reducida, poca productividad y menor esperanza de vida. Para las familias la pobreza es una situación en la que están
atrapadas. La pobreza trae consigo una escolarización inadecuada, falta de
calificaciones, inseguridad de los ingresos, una maternidad precoz, mala salud y muerte temprana. Para la sociedad, la pobreza es un lastre. Coarta el
crecimiento, fomenta la inestabilidad e impide a los países pobres progresar
camino de un desarrollo duradero. Para todos nosotros y por todas esas razones, el costo de la pobreza en términos de vidas humanas destrozadas es
intolerable.
Pero hay otra cara de la pobreza. Quienes viven en condiciones de privación o penuria material recurren a enormes reservas de coraje, ingenio,
perseverancia y apoyo mutuo para poder seguir sobreviviendo. En casi todos
los casos, quienes viven en la pobreza carecen de protección social y cuentan
con muy poco apoyo del Estado. El simple hecho de hacer frente a la pobreza demuestra la capacidad de adaptación y la creatividad del ser humano.
En muchos sentidos, los trabajadores pobres son, en última instancia, verdaderos emprendedores.
Los pobres viven al día, movidos por la voluntad de sobrevivir, pero sin
apoyo ni posibilidades de que se les presente una oportunidad de progresar.
Sus esfuerzos podrían permitirles alcanzar grandes logros si tuvieran tal
oportunidad. Nuestro deber común es ayudarles en ese sentido.
La pobreza es ciertamente un fenómeno mundial y se da en todas las
sociedades. Ninguna nación es inmune a este fenómeno. En 20 países industrializados, por ejemplo, más del 10 por ciento de la población, en promedio,
vivía por debajo del umbral de pobreza a mediados del decenio de 1990 1. Las
naciones más ricas procuran combatir la pobreza interna, pero la comunidad
internacional ha decidido llevar a cabo una acción aunada de lucha contra las
formas más extremas de pobreza en el mundo en desarrollo, a lo cual han de
sumarse, a mi juicio, las formas similares de pobreza emergentes en ciertos
países en transición. La presente Memoria se centra en el desafío que esto
supone.
Concretamente, la presente Memoria versa sobre lo que pueden hacer
la OIT y sus mandantes para atender mejor las aspiraciones y las necesidades
cotidianas de quienes viven en la pobreza. Versa sobre la conexión directa
entre el trabajo decente como aspecto del desarrollo y la erradicación de la
pobreza. Versa sobre la importancia fundamental de la igualdad, y en
particular de la igualdad entre los hombres y las mujeres, para el trabajo
decente y la eliminación de la pobreza. Versa sobre el trabajo en equipo con
1 M.F. Förster: Trends and driving factors in income distribution and poverty in OECD area, Labour market and Social Policy Occasional Paper núm. 42 (París, OECD, 2000), cuadro 5.1 (se entiende por «pobres» quienes están por debajo del 50 por ciento de la mediana de los ingresos).
Los dividendos del trabajo decente
A diferencia de los dividendos de la paz que desaparecieron antes incluso
de aprovecharlos, las estrategias de trabajo decente traerán consigo un crecimiento más equilibrado y sostenible para los países y una vida mejor para todos.
Si se aplican, se producirá un dividendo real para los pobres, a saber:
■ mejores niveles y medios de vida para las familias;
■ un empleo productivo y unos ingresos más estables;
■ unas reglas justas y unos derechos fundamentales en el mundo del trabajo;
■ la ocasión de influir mediante la organización, la movilización y la habilitación;
■ una mayor estabilidad y paz en el plano local;
■ derechos básicos, protección social para quienes trabajan en la economía
informal y la posibilidad de pasar a la economía formal;
■ unas instituciones sociales en las que se oiga a los pobres y se fomente un
sentido de la responsabilización y participación mediante el diálogo;
■ un aumento del empleo asalariado y por cuenta propia gracias al acceso a
Respuesta:
por causa de la facil fabricación por medio de las máquinas y así el obrero se hace insignificante
Explicación:
de nada