¿Qué aspectos de la ilustración se refieren al teatro?. "El raja de acá"
Respuestas a la pregunta
A lo largo del siglo XVIII eclosiona una nueva mentalidad que enlaza con la antropología renacentista y que en consecuencia viene a romper la cosmovisión del mundo Barroco. Este período ha recibido el nombre de «Ilustración». Dicho movimiento se cimienta, a grandes rasgos, en el espíritu crítico, que rompe abruptamente con el principio de autoridad, en el predominio de la razón y su fundamentación en la experiencia. Esta estructura del saber tiene como consecuencia que la filosofía y la ciencia sean las disciplinas más valoradas. Este período ha sido conocido en la Historia de las Ideas como "Siglo de las Luces" o "Siglo de la razón". Su característica más relevante es la búsqueda de la felicidad humana a través de la cultura y el progreso. Las nuevas ideas asociadas al pensamiento ilustrado hicieron que el arte y la literatura se orientaran hacia un nuevo clasicismo (Neoclasicismo), del que se deriva el adjetivo "neoclásico". En literatura se busca la expresión moderada de las emociones, y emular normas y reglas clásicas (puestas de actualidad gracias a los descubrimientos arqueológicos de este período). Al mismo tiempo se valoró el equilibrio y la armonía como el principio estético dominante. Tradicionalmente se ha tendido a afirmar que contra tanta rigidez se reaccionó a finales de siglo, produciéndose una vuelta al mundo de los sentimientos, otorgándole el nombre de "Prerromanticismo".
La Ilustración en España se inscribe en el marco general de la Ilustración europea (espíritu crítico, fe en la razón, confianza en la ciencia, afán didáctico). Las influencias son esencialmente francesas e italianas.
Los ilustrados fueron una minoría culta formada por nobles, funcionarios, burgueses y clérigos. Básicamente se interesaron por:
Reforma y reactivación de la economía (preocupación por las ciencias útiles, mejora del sistema educativo).
Crítica moderada de algunos aspectos de la realidad social del país.
Interés por las nuevas ideas políticas liberales, aunque, en su mayor parte, no apoyaron planteamientos revolucionarios.
Su afán reformista les llevó a chocar con la Iglesia y la mayor parte de la aristocracia. Pese a los afanes ilustrados, la mayoría del país siguió apegada a los valores tradicionales.
Corrientes literarias
Se diferencia a lo largo de la Ilustración tres corrientes literarias principales: El postbarroco, que ocupa la práctica totalidad del siglo XVIII, así como el neoclasicismo y el prerromanticismo que coexisten en los últimos años tanto en el tiempo como en la propia obra de algunos escritores, como el caso de José Cadalso cuya obra se puede ubicar parcialmente en el neoclasicismo (por ejemplo, las Cartas Marruecas ) y en el prerromanticismo (las Noches Lúgubres).
La prosa del siglo XVIII
El género literario más importante de la prosa del siglo XVIII es el ensayo, ya que, como hemos visto, los rasgos que predominan en esta época se desarrollan mejor con la exposición teórica de ideas, pensamientos y críticas. Entre los ensayistas más conocidos de la época hay que resaltar a Fray Benito Jerónimo Feijoo y a Gaspar Melchor de Jovellanos.
El ensayo ilustrado tuvo un cauce de difusión muy importante en los periódicos. Aunque habían aparecido esporádicamente en siglos anteriores, es durante el XVIII cuando se produce un desarrollo pleno del periodismo. La rápida divulgación de la prensa escrita (gracias a una lectura cómoda y barata) tuvo dos consecuencias:
La toma de conciencia de la importancia de una información sistemática.
El reconocimiento por parte de los gobiernos de la capacidad de influencia del periodismo en la opinión pública.
La finalidad de los periódicos del siglo XVIII no pudo ser informativa (dadas las dificultades de comunicación y lo tardío de la llegada de las nuevas noticias), sino que fue educativa y divulgativa.
Las obras que adoptan forma de carta, bien sea dirigidas a personas reales, bien a personajes ficticios, se convirtió en un género muy abundante durante el siglo XVIII, ya que servía perfectamente para ejercer la crítica de costumbres, comportamientos e ideas. De entre todos los autores de literatura epistolar hay que destacar al gaditano José Cadalso.
La poesía del siglo XVIII
La poesía española del siglo XVIII no es uniforme, sino que muestra diferentes tendencias:
Poesía postbarroca. Este tipo de poesía se da durante toda la primera mitad del siglo. Se trata de una continuación de la poesía barroca y una imitación constante de los maestros de ese movimiento, Góngora y Quevedo, y de calidad limitada.
Poesía rococó. Entre 1750 y 1770 aproximadamente nos encontramos con una nueva forma de hacer poesía que recoje ya las nuevas tendencias europeas. Los rasgos que la definen son:
Enfrentamiento con el estilo barroco.
Vuelta a los modelos clásicos (griegos y romanos) y del Renacimiento español.