QUE APORTA LA REVOLUCION INDUSTRIAL DE LA RELIGION A LA HUMANIDAD
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oki
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Vol. 67 (2009), núm. 131 MISCELÁNEA COMILLAS pp. 587-596LA IGLESIA Y LA REVOLUCIÓN INDUSTRIALWILLIAM RODRÍGUEZ CAMPOS 1EL TRIUNFO DEL MAQUINISMO1. Lo que suele llamarse «revolución industrial» —nos dice Grimberg— transformó de arriba abajo la existencia de la humanidad y aceleró el rit-mo de la historia. Pero su aparición no fue repentina, sino consecuencia de un proceso iniciado mucho tiempo antes en la Europa occidental y cuyos primeros elementos fueron acumulándose durante la segunda mitad del si-glo XVIII en forma de descubrimientos científi cos, inventos técnicos y nuevos métodos de trabajo.Muy importante fue también la infl uencia de los progresos de la nave-gación o, más exactamente, de cuanto los hizo posible: la formación de tablas matemáticas y la fabricación de cronómetros y otros aparatos de precisión.Para asegurar el triunfo del espíritu del maquinismo, tuvieron que coin-cidir determinadas circunstancias. Aparecieron éstas en Inglaterra, cuyo co-mercio internacional comprendía claramente el interés por la fabricación masiva, mientras que los artesanos de otros países seguían trabajando en pequeña escala.Inglaterra era el país que practicaba el mayor comercio de ultramar, don-de se acumulaban los mayores capitales y se hallaba más avanzada la técni-ca económica del crédito. Tenía clientes en el mundo entero, pero también competidores.Indiscutiblemente, la necesidad de rivalizar con los obreros del Asia monzónica, con bajo nivel de vida y notoria habilidad manual, fue el factor determinante que provocó gran número de inventos técnicos en el campo de la industria textil. En 1733, John Kay inventó la lanzadera volante que permitía fabricar telas de algodón del ancho deseado.Cinco años más tarde, John Wyatt, en colaboración con Lewis Paul, ideaba una máquina para sustituir la rueca y el torno por la hiladura. En 1767, John Hargreaves una tejedora con la que un obrero podía mane-jar ciento veinte hilos a la vez. Por temor al paro forzoso, los obreros se opusieron a la divulgación de esta tejedora. Pero el éxito terminó de ase