que analogia o comparacion adviertes entre erotizar y preparar para el consumo ?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Es seguro que muchos lectores habrán vivido la experiencia de caminar en el interior de un mall. Cada vez
que lo hago siento esta sensación: la de estar en el interior de un laberinto. Nunca he entendido por qué se
me produce esa experiencia de perder el rumbo, de quedarme sin referencias, de estar cegado y no poder
encontrar la puerta de salida. Quizás sea porque el mall parece ser el mundo de la variedad casi sin
límites, pero en el fondo es el lugar de la repetición, donde todo se parece y es difícil, por ello, encontrar
los puntos cardinales.
Como se ha dicho, el mall y los créditos masivos son los dos principales dispositivos de facilitación del
consumo.
Entre las múltiples significaciones del mall hay una que enfatizaré aquí: el mall como incitador
del deseo.
Dentro del mall los objetos se muestran, se exhiben, realizando la simulación de su disponibilidad para
quien quiera tomarlos.
Los objetos se ponen en escena en medio del cuidado diseño de las vitrinas, en un ambiente climatizado,
con sanitarios en los lugares estratégicos.
El lugar está concebido para erotizar. Los objetos se insinúan, se ofrecen, parecen cobrar movimiento y
vida. El espectáculo de la muchedumbre agitada, con los ojos brillantes por el juego de procesar
posibilidades, opera como incitador, presiona a los clientes vacilantes. Estos, después de múltiples vueltas
innecesarias, terminan por comprar lo menos pensado, pero algo siempre compran para sentirse en
condiciones de finalizar el rito. En el interior de ese espacio se produce el contagio de comprar, casi todos
sienten la sensación de estar siguiendo una corriente irresistible.
[…]
Los mall pertenecen al orden de los simulacros: producen la idea de un paraíso generalizado del consumo.
No obstante, todos aquellos que compran a crédito, después del placer instantáneo conseguido con la
credencial de cliente confiable, deben enfrentar el sacrificio y muchas veces el purgatorio de los pagos
mensuales.
[…]
Además, el mall es un lugar de olvido, donde por un instante uno sueña que es rico
Explicación: