¿ Qué acciones contribuyen a fortalecer el cuidado de la salud personal y social ?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. Come de todo y en las cantidades adecuadas.
La dieta mediterránea es la mejor aliada para cumplir esta premisa. Se caracteriza por un elevado consumo de cereales, frutas, verduras y legumbres; una alta presencia del pescado, y algo menos de carnes blancas y lácteos, así como un consumo bajo de carnes rojas. También prima la ingesta de grasas de origen vegetal como el aceite virgen de oliva o los frutos secos.
2. Realiza cinco comidas al día.
Desayuna fuerte, almuerza, come bien, merienda y cena ligero. Y hazlo siguiendo horarios regulares y, si es posible, planificando con periodicidad semanal lo que tomarás en cada comida. En general, la moderación debe ser la norma básica.
3. Opta por la cocina sana.
Recuerda que la cocción, el vapor, la plancha o el horno son excelentes opciones para cocinar de manera saludable sin renunciar al sabor, que puedes potenciar con especias y vinagres, pero sin abusar de la sal. Reserva las frituras y las salsas solo para ocasiones especiales.
4. Hidrátate como necesitas.
Tu organismo precisa de al menos dos litros diarios de líquidos para mantenerse en forma. Sobre todo, debemos beber agua (de seis a ocho vasos al día), aunque también se pueden tomar zumos naturales, infusiones y caldos.
5. Modera el consumo de alcohol y no fumes.
No es necesario eliminar por completo el vino y la cerveza, porque ambas bebidas contienen nutrientes saludables, pero los hombres no deberían beber más de dos o tres vasos al día y las mujeres, uno y medio. El tabaco sí debe ser directamente suprimido, pues constituye un factor de riesgo a la hora de desarrollar numerosas enfermedades.
6. Apuesta por la vida activa.
Huye del sedentarismo. Además de los treinta minutos de actividad física moderada que la OMS aconseja diariamente, opta por incorporar a hábitos como caminar en vez de coger el coche o subir por las escaleras en lugar de utilizar el ascensor.
7. Duerme al menos ocho horas al día.
El descanso es fundamental para nuestro cuerpo. Tu capacidad de concentración aumentará en el trabajo o en clase y te sentirás con mucha más energía para realizar cualquier actividad si duermes al menos ocho horas al día y siguiendo siempre unos horarios regulares.
8. Lávate las manos a menudo con agua y jabón.
Especialmente después de ir al baño o tras estornudar o toser. Cuida también la higiene al cocinar, evitando, por ejemplo, el contacto entre alimentos crudos y cocinados y manteniendo limpios los utensilios y superficies de cocina. Estas medidas son útiles para prevenir infecciones y contagios.
9. Mens sana in corpore sano.
Ser optimista y sentirte feliz aumentará tus probabilidades de disfrutar también de una buena salud. Reserva tiempo para actividades placenteras y para relacionarte socialmente. Cuando afrontes un problema, pide ayuda a los demás y no temas expresar tus opiniones y sentimientos a las personas de tu confianza.
10. Acude a revisiones médicas habituales y no te automediques.
Someterte a chequeos médicos periódicos puede ayudarte a prevenir y detectar de manera precoz la aparición de enfermedades. Además, siempre que sea posible, vacúnate para prevenir infecciones y nunca te automediques. Recuerda que, al tomar antibióticos sin receta médica, puedes estar contribuyendo al aumento de la resistencia de las bacterias patógenas, además de exponer tu organismo a efectos secundarios adversos.
Respuesta:
mmm meditar
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