¿Qué 3 cosas negativas observó Juan Montalvo de el gobierno de garcia moreno?
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Respuesta:
listo
Explicación:
INTRODUCCIÓN
Desde las etapas finales de la era colonial (mediados del siglo XVIII) la clase terrateniente criolla ejercía un
firme control de la economía de la Real Audiencia de Quito. Con la decadencia de la mita y la consolidación del
sistema hacendatario, la directa indigencia de la Corona sobre la mano de obra desapareció. De este modo su
papel fue limitándose cada vez más a las funciones puramente burocráticas. El latifundio descansaba sobre la
explotación de las masas indígenas (los "conciertos") vinculadas con la hacienda mediante el endeudamiento y la
represión. La independencia en nada cambió esta situación, pero dejo el poder político en manos de los
latifundistas.
Los terratenientes de la Costa, relacionados desde tiempo atrás con el comercio internacional, rompieron con la
Independencia las barreras coloniales y lograron incrementar el intercambio. El producto fundamental de
exportación fue el cacao. El aumento de la demanda externa produjo una extensión de las plantaciones pero
éstas, debido a las circunstancias de la región, fueron adquiriendo características distintas de las del latifundio
serrano.
Con el paso del tiempo, la diferenciación entre las fracciones terratenientes de la Sierra y de la Costa se acentuó.
Al mismo tiempo en el conjunto de sus intereses comunes surgieron varios motivos de conflicto, que habrían de
crecer y complicarse a lo largo del siglo XIX. El control de la mano de obra, siempre escasa en el Litoral, y la
política proteccionista que intentaba defender la producción textil serrana, fueron importantes puntos de tensión.
Las primeras tres décadas de la vida republicana del Ecuador se caracterizaron por la inestabilidad y la
desarticulación. El poder arrebatado a los representantes de la corona española tendió a dispersarse en instancias
locales y regionales. La oligarquía terrateniente, se consolido, pues, como clase dominante, pero al mismo
tiempo sufrió ese crónico cuarteamiento interno que le impediría articularse nacionalmente. El latifundista
tradicional serrano logro mantener en sus manos la cuota de poder más elevada, puesto que tenia en sus manos
toda la región interandina y el manejo del incipiente Estado central; pero nunca consiguió extender su dirección
hasta el sector terrateniente costeño. Constituyo un desafío permanente; tanto más, cuanto que a su interior se
gestaba ya una burguesía comercial que, que se consolida en las décadas finales del siglo, cumplirán un papel
protagónico en la Revolución Liberal. En esta situación de inestable desbalance político, el Ejercito -controlado
por veteranos de la Independencia- se constituyo en arbitro de los conflictos. Las alianzas caudillistas
características de la época se formaron alrededor de figuras militares.
El general Juan José Flores (venezolano), que había desempeñado la función de jefe de Distrito del Sur, fue
designado presidente del nuevo Estado por la asamblea constituyente reunida en Riobamba. Una vez en el poder,
Flores se dedicó a consolidar una alianza de gobierno entre la tradicional oligarquía latifundista de la Sierra -a la
que se había vinculado por matrimonio- y los altos mandos del ejercito, integrados en su gran mayoría por
extranjeros. El "floreanismo", como se llamo popularmente a la primera alianza caudillista de nuestra historia,
recogió la tradición conservadora de las tendencias bolivarianas.
Directa o indirectamente controlo Flores el gobierno desde 1830 a 1845. La época se caracterizó por la revuelta
permanente, la desorganización administrativa y el abuso de los soldados, dueños del país. Ni el esfuerzo
organizador de Vicente Rocafuerte, que llego al poder (1835-1839) mediante un pacto con su enemigo Flores,
pudo superar estas realidades de la etapa inicial. Cuando el caudillo se hizo elegir presidente por una segunda y
hasta una tercera vez y puso en vigencia una Constitución -la "Carta de Esclavitud"- que consagraba la dictadura
perpetua, acaudillada por la oligarquía guayaquileña lo echo del poder.
En los primeros años del periodo "marxista" -llamado así por la revuelta antifloreana fue en marzo de 1845-
ejercieron el poder los civiles Roca y Novoa, hasta el momento en que un nuevo conflicto de poder no resuelto
dio espacio a un nuevo arbitraje militar. El más popular de los jefes del ejercito, el general Urbina, luego de ser
por un tiempo el "hombre fuerte", fue designado primero Dictador y luego Presidente constitucional (1852).
Urbina consolido la alianza entre la oligarquía comercial costeña y las Fuerzas Armadas, y llevo adelante un
programa de corte liberal, que incluyo la abolición de la esclavitud y la implantación de medidas a favor de los
campesinos serranos. Todo esto genero una feroz reacción. Todo esto genero una feroz reacción del latifundismo
tradicional, que declaro la guerra al "urbanismo