q les ah impactado de la información compartida x sus amistades
Respuestas a la pregunta
Un amigo verdadero siempre está disponible para el otro, tanto en las situaciones afortunadas como en las difíciles. Quiere compartir los mismos sentimientos o, si ello no es posible procura identificarse con ellos. Sin embargo, no es una conducta suficientemente apropiada el quedarse en el mismo sentimiento -el dolor o el sufrimiento- del. Siempre se puede intentar algo más. Algunas veces lo que uno hace por un amigo, a veces, no lo haría por uno mismo.
Se puede especificar tres cualidades de la convivencia:
1. Contiene dos elementos básicos para mantener la amistad: el trato y el tiempo.
2. Permite que los amigos adquieran las experiencias y las posibles pruebas para examinar la existencia de una amistad verdadera.
3. Fortalece el amor recíproco y profundiza en la mutua intimidad.
La primera idea -trato y tiempo- son dos elementos de la convivencia para ejercer la amistad. Se pueden apreciar dos situaciones distintas: una hace referencia a personas que tienen intención de ser amigos mutuamente aunque aún no lo son; y la otra se refiere a los que ya son amigos entre sí.
Respecto al caso de los amigos conocidos, uno puede seguir siendo el amigo del otro a pesar de su ausencia física. No obstante, si la falta de trato es a largo plazo, tal relación puede disolverse, ya que parece que se olvida la amistad. Por este motivo, tanto en el primer caso -la benevolencia ha de ser comunicable- como en el segundo -el mantenimiento de la amistad requiere la costumbre de contactar-. El trato mutuo, continuo y frecuente es una condición imprescindible para aumentar el cariño en la amistad.
Por otro lado, los que ya son amigos entre sí también requieren tiempo para cultivar su amistad. Uno quiere el bien para su amigo y lo procura. Y para ello, es necesario conocer el carácter y las acciones del otro y eso sólo se consigue dedicándole tiempo mediante el cual y, a través de muchas pruebas, se establece una confianza entre los amigos, crece y se garantiza la estabilidad de su mutuo amor haciendo la amistad más sólida. Para adquirir una mutua confianza, los amigos han de compartir experiencias. La convivencia mantenida en el tiempo no es sólo necesaria por su función de comprobar y fortalecer la amistad y por el disfrute de la mutua compañía, sino que es una condición imprescindible, porque proporciona la oportunidad de que los amigos crezcan juntos en virtudes.
Un hecho actual que puede facilitar esta convivencia es la aceptación de la filosofía de la globalización. "En efecto, los seres humanos que carecen de futuro o esperanza en la vida han optado con frecuencia por acudir al asalto de los países desarrollados, pero sin renegar de sus pueblos, de sus autoridades, de sus creencias religiosas, de sus costumbres ni de su cultura" (Díez Medrano, 2010, p. 7-8)
3.5. La verdadera amistad se orienta a la felicidad
En el estudio de la amistad hay dos requisitos esenciales que se presentan como las "vías" por las que se alcanza la felicidad: además de las actividades de la vida en común entre los amigos se da el ejercicio de las virtudes. Para que la amistad esté en relación con la felicidad del hombre es necesario el ejercicio de la virtud.
La felicidad no es un bien dado al hombre desde el principio de la vida, sino que, según Aristóteles, "es algo que se produce"; es una actividad que consiste en el vivir y el actuar. De la afirmación anterior se deducen dos ideas esenciales: la vida es un bien y es una actividad. Es un bien, puesto que la característica del bien es que sea deseable, bueno y agradable en sí. Por esta razón el hombre, por su naturaleza, desea su propia existencia y la desea porque ésta es en sí buena y agradable.
Al considerar la felicidad es fácil preguntarse además cuántos bienes se requieren para una vida feliz o qué tipo de bienes llevan al hombre hacia ella. Los bienes tienen características agradables y satisfactorias pero, no todos los bienes tienen como función propia agradar la vida de cualquier hombre, sólo algunos de ellos poseen cualidades necesarias para la felicidad humana.
Puede parecer que la felicidad requiere la condición de la buena fortuna, sin embargo, no deben identificarse, porque la fortuna si es excesiva puede convertirse en un obstáculo para la felicidad y, entonces, no es justo llamarla "buena fortuna", pues su límite está determinado por su relación con la felicidad. Los hombres que están contentos con poco, o los que no valoran en nada los honores o cosas admirables, son "los que están entregados por entero a la buena vida. Y todos convienen en que la vida no es nada sin la amistad; al menos si es que quieren vivir con un cierto tono de hop.