pueden hacer un resumens con ese orden con el sigte texto
Nosotros somos una sociedad singular e inusual. Así, por ejemplo, escuchando
la música de los maestros Jaime Guardia, Máximo Damián y Teodoro Gamboa,
recordaba algo de mi vida infantil. Yo he nacido en la sierra de Áncash - Pomabamba,
donde viví hasta los cinco años; entonces me vine al Callao, a un barrio popular.
Allí recuerdo, con mucha claridad, que mis familiares me hacían bailar huainito y se
divertían con mis ocurrencias. A la vuelta de los años, a mí me gustaba la música
andina y es esta experiencia vital la que me confi rió mi personalidad básica. De
este modo, la herencia cultural, el patrimonio local, nos marcan con sus rasgos
desde la niñez.
Tengo una anécdota con relación al país en su conjunto. El año 1980, un grupo
de peruanos fuimos invitados a la China Popular; éramos una delegación de
cinco personas, entre dirigentes sindicales, políticos y profesores universitarios.
Estuvimos allí dos meses, viajando por muchos lugares. Era sorprendente
que, donde íbamos, concitábamos la atención de la gente, recibíamos muchas
consideraciones. Cuando ya retornábamos al Perú, en el aeropuerto, la intérprete
que nos acompaña nos dice: «¿Compañeros, se dieron cuenta de que tenían mucha
acogida donde iban?». Sí, le dijimos. «¿Y por qué creen?». Tratamos de dar respuesta
desde la perspectiva histórica, política, etc., y la intérprete se rio y dijo: «Lo que
pasa es que los compañeros chinos no podían imaginar que todos ustedes fueran
de un solo país, pensaban que eran la representación de toda Latinoamérica». Es
que, en el grupo de los cinco, un poco por azar, nos habíamos juntado personas
de distintos lugares de nuestro país. En fi n, lo cierto es que ninguno de nosotros
teníamos similitud, mientras que nuestros anfi triones sí eran muy parecidos entre
sí. Nuestro país es peculiar, nuestro rostro social es absolutamente singular.
Actualmente, el mundo tiende a uniformarse. En estas condiciones, la idea de
la nación y del nacionalismo es cuestionada al punto de negar su existencia,
es decir, se busca una sola forma de proyectar su imagen, cubriendo todos
los espacios y tratando de anular la idea de que cada nación tiene sus propias
características. Siendo un país milenario deberíamos buscar las reservas
productivas y morales en la memoria de nuestros ancestros.
La solidaridad, por ejemplo, es un valor constante que se manifi esta en
momentos de difi cultades y desigualdades económicas. Sin este valor,
difícilmente podríamos imaginar la sobrevivencia de nuestra población frente
a la crisis y la violencia. La empatía con la naturaleza es también un factor para
considerar. No se trata de destruir los recursos y los paisajes naturales porque,
con esa potencialidad, se construirá el futuro de nuestra sociedad. Si ahora
propiciamos su enajenación total, estamos atentando contra las generaciones
venideras. No por casualidad los movimientos ecologistas se interesan por
conocer y recoger las experiencias de valorar la naturaleza como un dios en la
vida cotidiana de los peruanos prehispánicos. La paciencia y la larga espera, la
inteligencia y la fi rmeza, el humor y la alegría son otros tantos aspectos a tener
en consideración para imaginar lo nacional en forma positiva y edifi cante.
Si no saben no respondan porfavor si no reporto si lo pueden enviar en word es mejor
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Nosotros somos una sociedad singular e inusual. Así, por ejemplo, escuchando la música de los maestros Jaime Guardia, Máximo Damián y Teodoro Gamboa, recordaba algo de mi vida infantil. Yo he nacido en la sierra de Áncash - Pomabamba, donde viví hasta los cinco años; entonces me vine al Callao, a un barrio popular.
Allí recuerdo, con mucha claridad, que mis familiares me hacían bailar huainito y se divertían con mis ocurrencias. Era sorprendente que, donde íbamos, concitábamos la atención de la gente, recibíamos muchas consideraciones. Cuando ya retornábamos al Perú, en el aeropuerto, la intérprete que nos acompaña nos dice: «¿Compañeros, se dieron cuenta de que tenían mucha acogida donde iban?». Sí, le dijimos. «¿Y por qué creen?». Tratamos de dar respuesta desde la perspectiva histórica, política, etc., y la intérprete se rio y dijo: «Lo que pasa es que los compañeros chinos no podían imaginar que todos ustedes fueran de un solo país, pensaban que eran la representación de toda Latinoamérica».
En estas condiciones, la idea de la nación y del nacionalismo es cuestionada al punto de negar su existencia, es decir, se busca una sola forma de proyectar su imagen, cubriendo todos los espacios y tratando de anular la idea de que cada nación tiene sus propias características. Siendo un país milenario deberíamos buscar las reservas productivas y morales en la memoria de nuestros ancestros.
La solidaridad, por ejemplo, es un valor constante que se manifi esta en momentos de difi cultades y desigualdades económicas. Sin este valor, difícilmente podríamos imaginar la sobrevivencia de nuestra población frente a la crisis y la violencia.