puede la filosofía transformar el proyecto de la vida de los individuos
Respuestas a la pregunta
Somos criaturas miedosas y eso es algo bueno. El miedo enciende la llama de la supervivencia. El miedo marca bien los límites. El miedo te recuerda y ayuda a valorar el tiempo tan corto que tenemos.
Por supuesto, todo miedo que se vuelva patológico y provoque una respuesta fisiológica sobredimensionada no ayuda en absoluto. Cuando el miedo es desproporcionado, y se anticipa mucho antes de que ocurra el evento sin saber con seguridad si ocurrirá; estaríamos entrando en el terreno de la ansiedad clínica.
Sin embargo, de todos esos miedos, pocos se sienten tan profundamente asfixiantes como el miedo a sentirse solo, sentirse que no estás solo.
Un divorcio duele porque esa persona que lo era todo para ti ahora sólo quiere olvidarte. Y la muerte es el exponente máximo de olvidar y ser olvidado; pensar que dentro de 100 años absolutamente nadie se acordará de ti, es ahí cuando empieza el verdadero temor.
Por eso la soledad es tan terrible, es como estar muerto en vida, es tener lo peor delas dos opciones: ser olvidado y encima ser conciente de ello. Ese es el mayor miedo del ser humano, y lo está sintiendo ahora mismo cerca del 20% de la población mundial, 20 y subiendo. Porque las nuevas tecnologías y redes sociales no ofrecen contacto real, no lo puede sustituir y el peligro es creer que sí lo hace, porque paulatinamente se invierte menos tiempo en interacciones de verdad.